Barcelona
12/12/2025 22:24 Actualizado a 12/12/2025 22:43
Todos defendiendo como posesos. Todos intentando robar el balón como si les fuera la vida en ello. La travesía por el desierto parece haber acabado. Seguramente no se ganen títulos este curso, sería lo lógico, pero de la mano de Pascual el Barça ha regresado donde le corresponde, a la elite. Así lo corroboró el todopoderoso Olympiacos, borrado del parquet por un rival casi poseído. Ni los más viejos del lugar.
Habíase dispuesto el Palau con su vestido de gala, como no podía ser de otra manera, agarrado al nuevo técnico para permitirse soñar con esbozar alguna sonrisa este curso tras un buen puñado de disgustos seguidos acumulados. Y le acompañó su equipo, en una noche pletórica y alentadora. Los triples dibujaron las primeras ventajas para el Barça, anotados cinco en sus seis primeros intentos (13/26 al final). El de Shengelia estiraba hasta el 14-6 para jolgorio de la grada.
El Olympiacos luce un motor diésel y por mucho que se aleje en el retrovisor siempre acaba apareciendo. Diseñado para ganar la Euroliga, encadenadas cuatro presencias en la final four consecutivas sin premio, el equipo de Bartzokas luce un plantilla esplendorosa por muchas bajas que lamente. Así que Milutinov empezó percutiendo, pasándole luego el relevo a un Fournier mágico para equilibrar las cosas (21-22). Al otro lado, el nombre propio era sin duda Will Clyburn, que sabe escoger sus mejores trajes en partidos con tantos focos como este, capaz de anotar hasta 16 puntos antes del descanso para un total de 28. Las mejores acciones del segundo cuarto llevaron su firma, responsable de frenar el primer intento heleno de dar un susto (29-33), liderando un 8-0 que permitió a los de Pascual enfilar el camino de vestuarios con el mando del luminoso.
Cuando se acabó el descanso se apagaron las luces de los griegos, de bruces chocaron contra el mejor Barça en mucho tiempo. Kevin Punter cogió de la mano a Clyburn para destrozar el marcador, aunque lo mejor ocurría en tareas defensivas, donde en cada ataque del Olympiacos alguna mano azulgrana acababa tocando el balón (9 robos firmó el Barça). Precisamente de un robo de Punter nació el 67-49, que rubricaba el auténtico torbellino azulgrana.
La nota discordante llegó en el último cuarto, con una fea antideportiva de Vezenkov en un salto, acción en la que le partió la nariz a Parra, regado el parquet del Palau de sangre, arrepentido luego el búlgaro (y exazulgrana). Pero no se despistó el Barça, que continuó firme hasta el final. Pascual no convierte el agua en vino... pero casi.
Ficha técnica
98 - Barça (21+21+30+26): Satoransky (7), Punter (24), Clyburn (28), Shengelia (14), Vesely (12), -cinco inicial-, Marcos (-), Cale (2), Norris (-), Brizuela (5), Hernangómez (3) y Parra (3).
85 - Olympiacos (22+17+17+29): Walkup (2), Fournier (11), Dorsey (19), Vezenkov (22), Milutinov (10), -cinco inicial-, Hall (11), Peters (6), Ntilikina (4), Larentzakis (-), Papanikolau (-) y Lee (-).
Árbitros: Sreten Radovic (CRO), Saulius Racys (LIT) y Maxime Boubert (FRA). Sin eliminados. Señalaron falta antideportiva a Sasha Vezenkov (min.33) por parte del Olympiacos.
Incidencias: partido de la decimoquinta jornada de la Euroliga disputado en el Palau Blaugrana (Barcelona) ante 5.572 espectadores

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