Estudiar derecho o ingeniería ya no es una apuesta que garantice tener el futuro profesional asegurado. Aconsejar una carrera a los hijos se ha convertido en “un deporte de riesgo emocional”, sostiene el profesor de escuela de negocios Pablo Foncillas. El motivo, argumenta, es que el mercado “ya no premia los títulos, sino las capacidades híbridas”, como aprender rápido, resolver problemas y, sobre todo, convivir con la tecnología sin dejar de ser humanos.
En este contexto, las prácticas y los primeros empleos ya no son sinónimo de estabilidad laboral. Además, se estima que un tercio de los titulados universitarios están sobrecualificados para el puesto que ocupan.
Profesor Foncillas, docente en dirección general
La VanguardiaTal como asegura Mauro Guillén, exdecano de la Cambridge Judge Business School, “las profesiones de hoy pueden no existir dentro de diez años”. Por este motivo, prosigue Foncillas, quizás el mejor consejo para los hijos no sea “elige bien tu carrera”, sino “aprende a volver a elegirla varias veces”.

Hace 15 horas
3







English (US) ·