Ofensiva empresarial valenciana para poner en valor en Bruselas al sector cerámico

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Europa contempla la reducción de asignación de derechos gratuitos de emisión para evitar la fuga de carbono a partir de 2026, pero la industria cerámica avisa que todavía no existen “suficientes alternativas tecnológicas reales” que no pongan en peligro su viabilidad económica de aplicarse esta reducción. Es el mensaje que desde el sector cerámico se intenta que reciban todas las instituciones valencianas, y españolas, implicadas, porque en juego, dicen, está la economía de Castellón, donde se concentra el mayor clúster cerámico de Europa. 

Aseguran que no solo pone en jaque al sector, sino que incluso ralentiza o aplaza inversiones por los costes de descarbonización crecientes, la reducción de la cogeneración y dicha ausencia de alternativas tecnológicas viables. Y quieren trasladar el mensaje tanto al gobierno valenciano, como al Gobierno central, para que plantee una posición distinta en Bruselas. Fuentes empresariales hablan de una buena predisposición a estudiar la propuesta a través del Ministerio de Industria, pero hay más dificultad en que la propuesta cuaje ante la Vicepresidencia tercera con competencias en transición ecológica.

Los nuevos competidores, que esquivan los aranceles de EE.UU. compitiendo en el mercado europeo, suponen otra amenaza

La industria expone que no puede trasladar los costes al mercado, altamente competitivo y donde cada vez más aparecen nuevos interlocutores que esquivan los aranceles de EE.UU. compitiendo en el mercado europeo. El balance sobre el comportamiento del mercado estadounidense para el sector cerámico, presentado ayer por ASCER, muestra que la cuota de España es del 17,6%, una segunda posición solo por detrás de la India. 

Asimismo, con datos de 2025 hasta julio, España se ha convertido en el primer proveedor en volumen del mercado, una situación de liderazgo que no quiere perder. “Existe, por tanto, un riesgo creciente de pérdida de competitividad frente a países con normas medioambientales y laborales inferiores”, asegura el documento de uso interno que maneja el sector para defender su posición en Bruselas. 

La industria expone que no puede trasladar los costes al mercado y alerta sobre la desincentivación de las inversiones

La próxima semana hay prevista una reunión de la junta directiva de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) Castellón, a partir de la cual la CEV se sumará a las reivindicaciones de la patronal cerámica, ASCER, por todo cuanto significa para la provincia. Una ofensiva empresarial que parte de Castellón con destino Bruselas, donde se decide sobre el sistema de Comercio de Derechos de Emisión y en la que el gobierno valenciano ya da estos días cuenta de dicha acción reivindicativa, que no quieren quede en saco roto. 

El secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo, Felipe Carrasco, ha mantenido una primera reunión con la eurodiputada y miembro de la Comisión de Medio Ambiente, Susana Solís, para trasladar su preocupación ante la propuesta de recorte de los derechos de emisión gratuitos. “Es una noticia nefasta para la economía valenciana y para un sector que ya está sometido a una elevada presión regulatoria y de costes”, asegura Carrasco, que próximamente continuará reuniéndose con distintos representantes europeos para revisar los cálculos que sustentan estos recortes. 

El 22,2% del PIB industrial valenciano depende del sector cerámico

Carrasco reitera que la aplicación de la propuesta supondría “una merma absoluta de la competitividad y desembocaría, a medio plazo, en la eliminación de numerosos puestos de trabajo en la industria azulejera de Castellón”, una actividad estratégica para la economía valenciana. También la implicación llega desde las administraciones locales, a cuya puerta ha tocado también la industria. 

El mes pasado el sector se reunió con la alcaldesa de Onda, Carmina Ballester, municipio líder en producción cerámica, y la primera edila lleva estos días sus reivindicaciones hasta Bruselas también, donde ha dicho que el sector “necesita tiempo”. Ante la Comisión Europea ha presentado una propuesta de hoja de ruta específica para el sector cerámico, basada en un calendario progresivo, realista y tecnológicamente viable para la descarbonización, la llamada Ceramic Transition Pathway, que según defiende permitiría acompasar los objetivos climáticos europeos a la realidad del sector gasintensivo y evitaría impactos desproporcionados sobre la industria española y europea. 

El secretario General de ASCER, Alberto Echavarría, defiende que “una transición climática eficaz solo es posible si es industrialmente viable y socialmente sostenible, por ello reclamamos coherencia y responsabilidad”. Alertan que el aumento de los costes socava a un sector que, según los últimos datos de la patronal, representa aproximadamente el 22,2% del PIB industrial de la Comunidad Valenciana y más del 32,2% del PIB de la provincia de Castellón, y que supone cerca del 19,8% del empleo industrial valenciano y el 26,4% del empleo total industrial de la provincia de Castellón. 90.000 empleos sustentan la cerámica española, según las cifras. 

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