El Ministerio del Interior, que encabeza Fernando Grande-Marlaska, ha nombrado como máximo responsable de la Policía Nacional en Lleida al comisario Antonio José Royo Subías, de 63 años, que fue condenado en junio de 2003 por la Audiencia Provincial de Gipuzkoa por acosar a una subordinada para que mantuviera relaciones sexuales con él a cambio de beneficios laborales y por propinarle “un manotazo en el glúteo”, según ha adelantado el diario Segre y ha confirmado EL PAÍS en fuentes de Interior. Royo, que tomó posesión de su cargo el pasado 9 de diciembre, fue considerado por aquellos hechos autor de un delito de acoso sexual agravado por hacer prevalecer superioridad, por lo que fue condenado a una multa de 1.080 euros y a indemnizar a la víctima con 3.000 euros. La sentencia no incluyó ninguna pena accesoria de inhabilitación (se incorporó en una reforma del Código Penal de 2022), por lo que el agente continuó en la policía y ascendió a comisario en 2017.
La sentencia de la Audiencia de Gipuzkoa ―que fue confirmada un año después por el Tribunal Supremo― consideró probado que el mando policial, que entonces era inspector jefe en un grupo de la Unidad de Intervención Policial (UIP, los conocidos coloquialmente como antidisturbios) con sede en San Sebastián, comenzó a acosar, en marzo de 1999, a una agente a los dos días de incorporarse esta al grupo. Según el fallo, el mando le requería “que mantuviera relaciones sexuales con el mismo, para ello indicaba a la misma que su incorporación al grupo había sido con su intervención y que si accedía a sus pretensiones se encargaría de que obtuviera dietas por salidas a otras ciudades, más días de descanso, permisos, facilidades para ascender y en caso contrario le señalaba que se convertiría en su enemiga, con lo que ellos suponían en la relación jefe-subordinada, de adscripción a peores servicios, etc.”.
La sentencia continúa en que el entonces inspector jefe, “tanto a solas como en compañía de terceras personas, efectuaba comentarios de carácter vejatorio en relación a la anatomía de la misma y su menstruación”. “Te quedan un par de días para la regla”, le llegó a espetar. Según los magistrados, todo ello afectó a las relaciones de la mujer con el resto de miembros de su unidad. En el fallo se detalla que en el transcurso de una comida celebrada en Pamplona en la que participaban miembros del grupo policial, el mando “propinó un manotazo en los glúteos” a la víctima, que terminó sufriendo “un trastorno adaptativo con ansiedad crónico”, entre otras dolencias, que requirió de tratamiento farmacológico y psicoterapia.
No es la primera vez que el nombramiento del comisario Royo Subías para un puesto de responsabilidad se ve rodeado de polémica. En la etapa de Juan Ignacio Zoido al frente de Interior, en la última etapa del Gobierno de Mariano Rajoy, este mando fue nombrado Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Aragón, de la que dependía, entre otros grupos, la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), especializada en la lucha contra violencia de género, doméstica y sexual. Entonces, al conocerse sus antecedentes penales, Royo fue destituido por Grande-Marlaska y trasladado a otro puesto en la misma comunidad autónoma, según transcendió entonces. Más adelante, en 2021, el comisario consiguió un puesto en una Embajada de España en el extranjero, uno de los destinos más deseados dentro de la Policía Nacional por su elevada retribución económica. En concreto, fue a la de Argelia. Aquel nombramiento provocó entonces críticas de los sindicatos policiales.

Hace 10 horas
2





English (US) ·