El negocio de los influencers en España se duplica y ya mueve 400 millones en España

El mercado de los influencers sigue creciendo a pasos agigantados en Espa?a y ya movi? 400 millones de euros en el pasado ejercicio, en un mercado en el que se rozan las 10.000 personas que reciben un pago por publicar contenidos en redes sociales, seg?n recoge un informe del despacho Maio Legal al que ha tenido acceso EL MUNDO.

El informe recoge datos de una industria que aun as? no est? tan profesionalizada como puede parecer, especialmente tras la irrupci?n de TikTok, que ya genera m?s de la mitad de la inversi?n digital en este tipo de marketing frente a Instagram.

Parte de la tesis del informe es que los creadores de contenido necesitan convertirse en "empresas unipersonales" para gestionar desde los datos y m?tricas que generan sus publicaciones, hasta su situaci?n fiscal o incluso legal en caso de tener relaci?n con agencias o directamente con marcas.

"Es mucho m?s que ser un aut?nomo. Aparte de las cuestiones jur?dicas o fiscales, tienen que estar asesorados en toda la normativa de anunciantes: cu?ndo hacer publicidad expresa, cu?ndo indicar que lo que han recibido es una muestra. Es un sector regulado", apunta Carmen P?rez And?jar, socia de Litigaci?n y Arbitraje en Maio Legal. Desde el pasado a?o, existe la figura del usuario de especial relevancia, supervisado por la CNMC, que regula sanciones para influencers con m?s de 300.000 euros de facturaci?n o un mill?n de seguidores.

Para su compa?ero, Javier Ech?varri, socio director de Maio Legal Zaragoza, la situaci?n tiene un paralelismo claro: "Est? sucediendo lo que ocurri? con los deportistas. Antes, el ?xito econ?mico era cosa de pocos y, a medida que se fueron aumentando los contratos, se ha ido generando normativa".

Las iniciativas para capacitar a los influencers han sido variadas. La ?ltima la ha impulsado Autocontrol, que ha creado un repositorio de creadores certificados. Para entrar, los creadores deben aprobar un curso con contenidos sobre c?mo colaborar con las marcas. Hasta la fecha del informe, la lista de certificados era de 332, menos del 10% de los influencers que se estima que cobran por sus publicaciones.

La estructura del mercado, con fuerte presencia de agencias y representantes, permite encontrar precios estimados seg?n el tama?o del influencer. Esto ir?a de pagos de entre 90 y 170 euros por publicaci?n para microinfluencers de hasta 50.000 seguidores, pagos de unos 1.400 euros para creadores con entre 50.000 y 100.000 seguidores y, por encima de esta cantidad, hasta 3.000 euros.

Cantidades muy importantes en una relaci?n mediada casi siempre con intermediarios y contratos que, seg?n los socios del despacho, deben firmarse con conocimiento y asesoramiento para evitar abusos. A esto se une la necesidad de una tributaci?n que tenga en cuenta IRPF e IVA, m?xime cuando Hacienda incluy? en 2025 los "nuevos modelos digitales" como ?rea de inter?s. Ech?varri explicita la confusi?n: "No est? claro en qu? ep?grafe tiene que darse de alta".

El informe tambi?n alerta sobre la tentaci?n de crear sociedades mercantiles para una tributaci?n m?s favorable. "Hacienda pone ?nfasis en que la sociedad cuente con medios humanos y materiales propios, es decir, que no sea una mera 'pantalla' para desviar rentas personales. Adem?s, si la actividad depende en gran medida de la imagen y actuaci?n personal del creador, la retribuci?n que recibe proveniente de su propia sociedad debe ser de mercado, trasladando buena parte del beneficio a la persona f?sica. De lo contrario, puede considerarse que la sociedad es instrumental, lo que acarrear?a una regularizaci?n", apunta el texto.

RECURSO A LA AUDIENCIA NACIONAL

Este martes, los nuevos equipos legales de Guillermo D?az y Samuel de Luque, m?s conocidos como Willyrex y Vegetta777, anunciaron que interpondr?an un recurso ante la Audiencia Nacional contra las resoluciones que exig?an a sus clientes tributar en Espa?a en 2016 y 2017.

En esos a?os, los youtubers se trasladaron a Andorra por su baja tributaci?n, inaugurando una ola que ha convertido al peque?o pa?s en un lugar habitual de residencia de estos creadores.

"Se pretende que nuestros clientes paguen sus impuestos en un pa?s en el que ya ni viven ni trabajan, ignorando tanto su residencia efectiva como el lugar desde donde desarrollan su actividad econ?mica", traslad? en un comunicado la nueva defensa de ambos.