Recién elegido presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), Vicente Lafuente afronta el mandato con una idea central: rebajar la polarización para recuperar un clima que permita tomar decisiones técnicas y efectivas. En esta entrevista, Lafuente analiza los principales retos económicos del territorio —desde la financiación autonómica a la energía, el agua o la vivienda— y reivindica un papel más estable para los agentes sociales. Defiende, con claridad, que la Comunitat Valenciana debe volver a hablar con una sola voz en Madrid.
¿Cuál es su primera prioridad política y empresarial al asumir la presidencia de la CEV?
La prioridad más urgente es contribuir a reducir la polarización que se ha instalado en nuestra sociedad. Vivimos un clima en el que la confrontación se antepone a las soluciones, y eso perjudica directamente la capacidad de las empresas para desarrollar su actividad. Necesitamos que los grandes debates se aborden desde el criterio técnico y no desde el ruido político. El cambio de gobierno autonómico, como cualquier cambio institucional, influye en este entorno, pero lo importante es que la Comunitat Valenciana sea capaz de recuperar un clima de estabilidad. La polarización no solo desgasta a la ciudadanía: limita la toma de decisiones y frena la actividad económica.
¿La patronal también ha sufrido esta polarización?
Hemos demostrado justo lo contrario: que, incluso con diferencias internas, se puede trabajar con un elevado nivel de coordinación, diálogo y capacidad de acuerdo. La forma en que las organizaciones empresariales hemos resuelto nuestras discrepancias debería servir de ejemplo. Las empresas han mostrado que es posible gestionar la diversidad con responsabilidad. Esa cultura de pacto y solución es la que me gustaría que también se trasladara a la política.
La forma en que las organizaciones empresariales hemos resuelto nuestras discrepancias debería servir de ejemplo”
¿Debe la CEV reforzar su papel reivindicativo frente a la Generalitat?
La CEV tiene dos misiones muy claras. La primera es defender los intereses de sus asociaciones, federaciones y empresas, que deben sentirse representadas en todos los niveles. La segunda es dialogar con las administraciones para que las normas que se aprueban respondan a las necesidades reales del tejido productivo. Eso significa reivindicar cuando toca, pero también colaborar. No son papeles incompatibles: la lealtad institucional exige sinceridad y firmeza cuando algo afecta negativamente a las empresas.
Vicente Lafuente presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana, durante la entrevista
Miguel Lorenzo / ColaboradoresA veces se ha percibido a la patronal como demasiado cercana al poder político, y otras como excesivamente crítica. ¿Dónde está el equilibrio?
El equilibrio lo marca la independencia. En FEMEVAL llevamos años demostrándola y ese será también el sello de la CEV que quiero liderar. Seremos leales a las instituciones, pero nuestra dependencia será únicamente hacia las empresas. Defenderemos aquello que consideremos justo, aunque tengamos que hacerlo con contundencia, pero sin caer en la confrontación partidista. La independencia no es oposición automática: es criterio propio.
Seremos leales a las instituciones, pero nuestra dependencia será únicamente hacia las empresas”
¿Falta en la Comunitat Valenciana una cultura sólida de interlocución estable entre Gobierno y agentes sociales?
Creo que sí. El diálogo social ha avanzado, pero se ha quedado a medias. La no participación en la elaboración de los presupuestos es un ejemplo claro. Cuando una administración incorpora las aportaciones de empresas y sindicatos, sus decisiones tienen mayor legitimidad y mayor eficacia. Nosotros estamos dispuestos a aportar desde la lealtad, pero es necesario que se nos tenga en cuenta desde el principio, no al final del proceso.
¿Han iniciado ya contactos con el nuevo gobierno valenciano sobre los presupuestos?
No, aún no. Hemos sido especialmente insistentes este año porque era un presupuesto marcado por la dana, y la recuperación de la zona afectada es urgente. Nadie entendería que los afectados tuvieran que esperar por cuestiones partidistas. Este era un año para que todos los partidos cedieran algo y mostraran altura de miras.
Lafuente, en una de las salas palaciegas de la sede de la patronal valenciana
Miguel Lorenzo / ColaboradoresTras la dana, este era un año para que todos los partidos cedieran algo y mostraran altura de miras”
¿La Comunitat puede seguir esperando la reforma de la financiación?
No. Es imprescindible. Estamos perdiendo competitividad respecto a otros territorios porque jugamos con reglas distintas. Un ejemplo claro es la inversión en innovación: en Euskadi es muchísimo mayor que en la Comunitat, lo que repercute en la productividad. La infrafinanciación tiene efectos reales sobre la economía, no es un debate retórico. Y por eso pedimos a todos los diputados valencianos en Madrid que actúen con valencianía, por encima de las consignas partidistas.
¿Qué papel debe tener Salvador Navarro en esa relación con Madrid?
Sigue al frente de la Comisión de Relaciones con las Cortes en la CEOE y tendrá un papel clave. Se habla de una posible reforma del sistema de financiación a principios de año, pero no conocemos las líneas básicas. Y tememos que pueda no responder a lo que la Comunitat necesita. Estaremos vigilantes y trasladando nuestras demandas a los grupos parlamentarios.
¿Cuándo empezarán la ronda de contactos políticos?
En pocos días. Primero nos hemos reunido con sindicatos, luego con CEOE y Cepyme, y ahora tocará el encuentro con el president Pérez Llorca junto a todos los vicepresidentes de la CEV. Queremos que se visualice una organización coral. Después iniciaremos reuniones con todos los síndicos de los grupos parlamentarios.
¿Qué le pedirán al nuevo president en esa reunión?
Tres cosas: que contribuya a reducir la polarización; que escuche a los agentes sociales antes de tomar decisiones importantes; y que priorice la recuperación de la dana. Además, trasladaremos nuestra preocupación por el futuro de la automoción y por las normativas que afectan al sector cerámico. Son dos industrias estratégicas con riesgos reales. Y, por supuesto, nos pondremos a disposición para colaborar en todo lo que haga falta.
Al president le pediremos que contribuya a reducir la polarización; que escuche a los agentes sociales antes de tomar decisiones importantes; y que priorice la recuperación de la dana”
Sobre el corredor mediterráneo, ¿qué papel debe jugar la CEV?
Debemos recordar continuamente el potencial económico y social que supone. El ministro habló de 2027 como fecha en la que toda la Comunitat estaría vertebrada por ferrocarril. Es un plazo optimista, pero dado que lo afirmó, será nuestra obligación vigilarlo de cerca.
Alicante denuncia año tras año la falta de inversiones. ¿Habrá medidas específicas?
Sí. La descompensación es evidente. Es la provincia con menor inversión en infraestructuras, y con las prórrogas presupuestarias el problema se agrava. Vamos a ser muy exigentes con este tema y acudiremos a todos los ministerios que haga falta.
El ministro habló de 2027 como fecha en la que toda la Comunitat estaría vertebrada por ferrocarril. Será nuestra obligación vigilarlo de cerca”
El déficit hídrico sigue siendo un problema central. ¿Asumirá la CEV ese liderazgo reivindicativo?
Queremos coordinar a todos los actores implicados. El agua no es solo un problema agrícola: afecta a la industria, al turismo, al territorio y a la población. Si hay que crear un grupo de trabajo estable, lo haremos. En los próximos días tendremos reuniones con organizaciones agrarias, y también con entidades empresariales que han anunciado que centrarán su acción en el agua.
Lafuente preside la CEV desde el mes de noviembre de 2025
Miguel Lorenzo / Colaboradores¿La Comunitat Valenciana tiene un marco fiscal competitivo?
Mejorable. Los marcos fiscales autonómicos rompen el mercado único. Creemos que la Generalitat debería reducir la fiscalidad, porque eso genera más actividad y, por tanto, más recaudación. La Administración debería ingresar más por dinamismo económico y menos por presión fiscal.
Sectores como el energético o el urbanístico denuncian inseguridad jurídica.
Es uno de los mayores frenos para la actividad económica. La inversión se retrae cuando no hay seguridad jurídica. Y en renovables, además, falta agilización administrativa. Antes de cualquier cambio, queremos trasladar a la Generalitat la realidad del sector: hay mucha inversión paralizada.
Creemos que la Generalitat debería reducir la fiscalidad, porque eso genera más actividad y, por tanto, más recaudación”
¿La infraestructura energética es el principal cuello de botella?
Sin duda. Las necesidades energéticas están condicionando dónde puede instalarse la industria. Los centros de datos, por ejemplo, absorben tanta energía que dejan sin capacidad a las zonas vecinas. Necesitamos una planificación energética que evite esos desequilibrios.
Sobre industria y formación: ¿el sistema educativo está alineado con sus necesidades?
Aún no. La educación debe evolucionar al mismo ritmo que la sociedad y que las empresas. Necesitamos un marco formativo flexible, consensuado con sindicatos y organizaciones empresariales. El centro de Picanya va en esa línea: que sean los propios sectores industriales quienes diseñen y generen el talento que necesitan. Con nuestra pirámide demográfica, la inmigración debe integrarse en ese proceso formativo, no la podemos criminalizar, sino que la tenemos que integrar en nuestra sociedad.
No podemos criminalizar la inmigración, sino que la tenemos que integrar en nuestra sociedad”
¿La oferta pública actual es insuficiente?
Lo es. Y nadie conoce mejor las necesidades de un sector que las propias empresas. Picanya nace del metal, pero ya está abierto a otros sectores, y estoy convencido de que el tiempo demostrará que ese es el camino correcto.
Hay datos de hasta 35.000 puestos sin cubrir. ¿Es un problema formativo?
Es un problema complejo: menos natalidad, cambios en los hábitos laborales, incorporación del teletrabajo, nuevas aspiraciones. Las empresas debemos adaptarnos a la sociedad actual. Y debemos asumir que la inmigración es imprescindible: hoy sostiene la hostelería, la agricultura, la industria y los servicios.
El presidente de los empresarios valencianos, en otro momento de la entrevista
Miguel Lorenzo / ColaboradoresLos datos de empleo son buenos, pero la automoción vive un desplome. ¿Qué está ocurriendo?
Durante años, los datos de exportación de Ford han enmascarado la realidad industrial. La caída de su actividad tiene un impacto enorme en todas las empresas auxiliares, que hoy venden en todo el mundo. Es un problema serio. Otros sectores industriales compensan algo, pero no lo suficiente. Necesitamos que Ford aclare cuanto antes sus planes, porque de lo contrario habrá cierres y desempleo. Mientras, debemos ayudar a las auxiliares a diversificar hacia sectores como defensa o aeroespacial.
Necesitamos que Ford aclare cuanto antes sus planes, porque de lo contrario habrá cierres y desempleo”
Sobre vivienda: ¿qué propone la patronal?
Es la mayor crisis social que tenemos ahora mismo. Los jóvenes no pueden desarrollar un proyecto de vida, y eso provoca desmotivación y problemas de salud mental. Hay que actuar en varios frentes: reducir la fiscalidad, liberar suelo, facilitar la primera vivienda, potenciar la rehabilitación… Regular precios solo empeora la situación: lo que funciona es aumentar la oferta y reducir cargas. Hoy el Estado se lleva más del 30% en muchas compraventas: es insostenible.
El Gobierno anunció que la ZAL del puerto de Valencia acogería la Ciudad de la Industrialización de la Construcción. ¿Apoyan ese proyecto?
Sí, pero queremos explicaciones claras. Lo primero que ocurrió fue una disputa política sobre la ubicación en la ZAL. Nosotros dijimos a ambas administraciones que, si ese suelo no era el adecuado, buscaran otro, pero que no se perdiera el proyecto. La Comunitat Valenciana tiene un tejido industrial perfectamente preparado para liderarlo: construcción, metal, hábitat e institutos tecnológicos. Queremos coordinar a todos los agentes para que este proyecto se quede aquí.
Habla de disputa política, ¿cree que la polarización política afecta a la economía?
Totalmente. Afecta a las decisiones, a la inversión y al clima social. La política basada en el miedo o en la recuperación de viejas batallas solo bloquea al país. La solución histórica de España siempre ha venido del centro y del acuerdo. Si reducimos la polarización, avanzará la sociedad y avanzará la economía.

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