Nadie llevará hoy flores al punto del camino desde el que hace un año cayó Isak Andic. Su familia no podrá acercarse hasta el sendero del macizo de Montserrat donde murió cuando caminaba con su hijo Jonathan, por las restricciones derivadas de la peste porcina.
Un año después, la investigación policial dirigida por la titular del juzgado de instrucción número 5 de Martorell, con el visto bueno de la fiscal, sigue abierta y los mossos de la unidad de investigación de Martorell continuan trabajando. El blindaje de la causa y de las diligencias que se están practicando es tan férreo que se cuentan con los dedos de las manos las personas, incluidos los mandos policiales, que están al corriente de todo lo que se está haciendo.
Trascendió, sin confirmación oficial porque la causa es secreta, que Jonathan Andic ha tenido, o mantiene, las comunicaciones intervenidas. Y que el 9 de septiembre, a las cinco y media de la tarde, entregó su iPhone 16 pro con la clave al sargento al frente de la investigación, que le ordenó detener su vehículo cuando abandonaba las instalaciones de Mango en Palau de Plegamans.
Con el mismo sigilo que los investigadores, trabaja también el equipo legal de la defensa liderado por el abogado Cristóbal Martell junto a un grupo de destacados profesionales de distintos ámbitos. Nadie duda que la magistrada citará a declarar a Jonathan Andic después de Navidad. Antes, la jueza recibirá el último atestado policial de los Mossos.
“Es el principio de una nueva etapa en la que estaremos tan cerca como siempre de Mango”, dicen los hijos
Si nada ocurre en los próximos días, ese informe no llegará a ninguna conclusión definitiva de lo que ocurrió aquella mañana del 2024, porque los mossos no han encontrado en estos doce meses pruebas que avalen el homicidio. Pero sí disponen de un conjunto de indicios que, a criterio de los investigadores, de la jueza y de la fiscal, obligan a mantener abierta la causa. A esos indicios deberá responder Jonathan Andic el día que sea llamado a declarar, formalmente investigado por el homicidio de su padre.
Jonathan Andic reapareció esta semana abrazado a sus hermanas, Judith y Sara, frente a la escultura de Jaume Plensa que hay en los jardines de la sede de Mango. Depositaron un ramo de flores y firmaron una larga carta de homenaje a su padre.
No será, sin embargo, el único pronunciamiento público de los propietarios a partes iguales de Mango. Los hijos de Isak hablan también sobre su padre, la empresa y su compromiso como accionistas mayoritarios en un libro que la compañía ha editado y se publicará el próximo año. “Nuestro padre decía: ‘Confío en vosotros, en cada uno de los que ha trabajado, trabaja y trabajará en Mango. Esto es sólo el principio’. Y así lo hemos asumido. Es el principio de una nueva etapa en la que estaremos tan cerca como siempre de todos vosotros, de Mango, del sueño de nuestro padre. Al lado de un equipo directivo de primerísimo nivel que seguirá impulsando la compañía hasta lo más alto, siempre siguiendo la visión de Isak. Sky’s the limit ”, afirman en sus páginas los herederos.
Se trata de un libro corporativo, que no estará en venta, donde se repasan los 40 años de la empresa fundada por Isak Andic. Desde sus humildes inicios en Barcelona hasta la actualidad, con un parque de casi 3.000 tiendas en 120 países, 17.000 empleados y una facturación superior a los 3.000 millones de euros.
El entorno de Jonathan Andic asume que la jueza de Martorell le citará a declarar después de Navidad
La voz del empresario fallecido está presente a través de recuerdos y anécdotas que él mismo explicó a familiares y colaboradores. Desde la elección del nombre de la compañía durante un viaje a Filipinas, pasando por el salto internacional, la venta on line o el fichaje de Toni Ruiz, actual presidente, consejero delegado y accionista minoritario. “Cuando por fin Isak y Toni se conocieron, se forjó casi al instante una fuerte complicidad”, se lee. Además de los hitos empresariales, las páginas recogen historias humanas y decisiones estratégicas que marcaron la evolución de la compañía. En la elaboración han participado empleados de las distintas etapas de Mango, así como familiares y amigos del fallecido que han aportado testimonios personales y documentos.
Entre los participantes, además de los tres hermanos Andic y de Toni Ruiz, se encuentra la modelo Kate Moss, protagonista de alguna de las campañas de la firma. “Siempre me ha resultado divertido trabajar con Mango. Guardo buenos recuerdos de las campañas en las que he colaborado, así como de sus premios de moda, sus desfiles y sus fiestas en París y Barcelona”, explica la top model . Las campañas publicitarias y los eventos como los que relata Kate Moss fueron impulsados por Isak Andic. No solo era el propietario de Mango, también era su alma, y el libro intenta capturar este legado al año de su muerte.

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