Düsseldorf, Pekín y ahora Florencia. El ministro de Transportes, Óscar Puente, continúa su ronda de visitas a fábricas de trenes en busca de modelos capaces de rodar a 350 kilómetros por hora en la red española de alta velocidad. Apenas tres días después del regreso de China, donde ha conocido de primera mano la oferta de CRRC Changchun Railway Vehicles, el titular de Transportes ha pasado por la planta de Hitachi Rail en la localidad toscana de Pistotia (Italia), en el entorno de Florencia. Previamente, el pasado verano, viajó a Alemania para pasar revista al modelo Velaro de Siemens.
El ministro trata de conocer las últimas tecnologías en material rodante antes de lanzar a primeros de año dos concursos para el refuerzo de la flota de alta velocidad de Renfe. Hitachi Rail, que equipa a la operadora Iryo con el modelo Frecciarossa o ETR 1000, cuenta ya con proyectos conjuntos con Renfe en materia de innovación y sostenibilidad. El fabricante japonés vende trenes en 50 países y también cuenta con presencia en los segmentos de mantenimiento, señalización digital o sistemas de pago para el transporte.
De la instalación de Pistoia, con 290.000 metros cuadrados, salen unidades de alta velocidad y también trenes regionales y suburbanos. En cuanto a la filial española de Hitachi, cuenta con planes de crecimiento tras la compra del negocio de movilidad de la francesa Thales.
El ETR 1000 rueda ya en España con la marca de la citada Iryo y tiene la posibilidad de adaptarse a distintos voltajes y sistemas de señalización. Lo que no incluye, a diferencia del Talgo Avril, es tecnología de ancho variable, lo que imposibilita su paso de vía de ancho europeo al trazado de ancho ibérico. Hitachi se hizo con la centenaria planta italiana en 2015, consolidándose como principal proveedor de la operadora estatal Trenitalia.
Puente, que ha hablado de una impresión “muy positiva”, ha estado acompañado por el presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, en su paso por la instalación industrial. “Hemos venido a conocer procesos de construcción muy experimentados, con muchas unidades ya en el mercado. Este [por el ETR 1000] es un gran tren, no un prototipo, apto para nuestros objetivos”, ha dicho el ministro.
Transportes ha anunciado reformas en el entramado de alta velocidad, comenzando por la línea Madrid-Barcelona, para elevar la velocidad de circulación desde los 300 kilómetros por hora hasta los 350. La elección del eje con mayor tráfico del país se debe a la necesidad de una remodelación integral tras la inversión de 600 millones en mejoras en la primera línea que entró en servicio, la Madrid-Sevilla.
En una primera fase los trabajos consistirán en la sustitución de las actuales traviesas por aerotraviesas, en las que Adif y Sener trabajan desde 2008. Estos elementos en la vía permiten reducir en un 21% la carga aerodinámica que ejerce el material rodante, consiguiéndose un incremento de velocidad solo con esta modificación del 12%. De los actuales 300 kilómetros por hora se saltaría a 330 kilómetros por hora, consiguiéndose que el balasto no impacte en los bajos del tren. Subir hasta los 350 por hora precisaría modificaciones en el trazado entre las dos mayores ciudades españolas.
Al mismo tiempo, Renfe tiene el mandato de modernizar su flota de alta velocidad para alcanzar mayores prestaciones, reducir las incidencias y atender la apertura de nuevas líneas. Adif tiene previsto saltar de los actuales 4.090 kilómetros de trazado de alta velocidad a 5.000 kilómetros a la vuelta de seis a siete años.
La última compra masiva de la operadora fue realizada entre 2020 y 2021, con el encargo de medio millar de trenes, principalmente de Cercanías, que comenzarán a entregarse en 2026 por parte de Alstom y Stadler. En el caso de la alta velocidad, la operadora que preside Fernández Heredia está reforzando sus servicios públicos de media distancia Avant y tratará de recuperar el paso del low cost Avlo por la Madrid-Barcelona, de la que fue retirado en septiembre por averías detectadas en los nuevo Talgo Avril o serie 106.

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