Pablo Scarpellini Los ?ngeles
Actualizado Domingo, 14 diciembre 2025 - 02:19
Netflix se las promet?a muy felices cuando anunci? el pasado viernes un acuerdo con Warner para comprar sus estudios de cine y televisi?n por 83.700 millones de d?lares, adem?s de la plataforma de streaming HBO Max. No contaba -o quiz? s?- con que Paramount presentar?a una opa hostil dos d?as m?s tarde con una oferta superior, 108.400 millones, para convencer a los accionistas de Warner y con un factor que puede ser determinante en esta operaci?n: Donald Trump. La amistad del presidente de EEUU con el hombre al frente de Paramount, David Ellison, -hijo a su vez de otro de los grandes promotores financieros del trumpismo, Larry Ellison- es un hecho consumado que Paramount pretende exprimir para dinamitar el acuerdo con Netflix.
A Trump le gusta la opci?n de Paramount por varios motivos. Est?, por un lado, la direcci?n pol?tica que le est? imprimiendo Ellison a propiedades reci?n adquiridas como CBS, un canal tradicionalmente progresista que ahora est? virando hacia la derecha por orden ejecutiva. El nombramiento de la periodista Bari Weiss al frente de los informativos de CBS es una se?al inequ?voca. Y por otro, abrir?a una ventana para tratar de imponer su visi?n en el nuevo Hollywood que ambiciona, uno con mucha m?s presencia de producciones rodadas en EEUU y cerrado al cine for?neo que cada vez tiene m?s protagonismo en los Globos de Oro o los Oscar.
Hasta ahora, sus estrategias en Hollywood se han topado con el rechazo y hasta la mofa. El nombramiento en enero de Sylvester Stallone, Jon Voight y Mel Gibson como ?embajadores especiales? para devolverle lustre a la industria ha resultado un hazmerre?r tan efectivo como el arancel del 100% que pretend?a imponer para todas las pel?culas extranjeras que se exhibieran en EEUU. Pero tener poder de decisi?n en un monstruo medi?tico como el que podr?an formar Paramount y Warner es un asunto muy distinto.
Podr?a significar, para empezar, la supresi?n de una de las voces m?s cr?ticas contra sus pol?ticas y una de sus mayores obsesiones: la CNN. A ese asunto se refiri? Trump el pasado 7 de diciembre durante los premios Kennedy Center Honors en Washington, con Ellison presente entre los invitados. Dijo que hay un ?grupo de gente muy deshonesta? al frente a CNN. ?No creo que deber?amos permitir que contin?en?, a?adi?. Es algo de lo que se encargar?a personalmente Ellison de ejecutar, con cambios a gran escala en la cadena de informativos con sede en Atlanta.
Al republicano le place tambi?n el hecho de que Paramount fue el ?nico de los tres contendientes en la venta de Warner -junto a Netflix y Comcast- que manifest? su inter?s en hacerse con toda la compa??a, y no solo con los estudios y su divisi?n de streaming. Para Trump es ?imperativo? que CNN se venda. Y si cae en manos de uno de sus delfines, mejor, haci?ndole una faena, de paso, a un declarado dem?crata como Ted Sarandos, el copresidente ejecutivo de Netflix. De sobra es conocido su apoyo a Barack Obama, Joe Biden y Kamala Harris.
La otra gran baza de Paramount en este culebr?n medi?tico es el patriarca del clan Ellison, Larry, el multimillonario de Oracle que ocupa el cuarto puesto en la lista de hombres m?s ricos de Forbes, con 273.000 millones de fortuna personal. Su respaldo a la operaci?n podr?a ser clave para que Warner acabe en manos del estudio que ahora dirige su primog?nito. Desde Warner, sin embargo, no tienen claro que el magnate de Silicon Valley vaya a avalar personalmente la operaci?n. El hecho de que el valor de Paramount (15.000 millones de d?lares) sea una peque?a fracci?n de la empresa que est? tratando de comprar hacen imprescindible su apoyo.
Mientras, su hijo ha estado allanando el terreno con la Casa Blanca. Desde que la Comisi?n Federal de Comunicaciones (FCC) le dio el visto bueno a la fusi?n de Skydance y Paramount por 8.400 millones el pasado verano, Ellison ha escuchado a las peticiones del presidente. Para empezar, revivi? la cuarta parte de Rush Hour, dirigida por uno de los hombres se?alados por el #MeToo, Brett Ratner, el mismo que dirigi? el documental de Melania Trump.
Bajo ese prisma, parece f?cil pensar que el presidente tratar? de eliminar los obst?culos burocr?ticos y antimonopolio que puedan surgir por el camino si Paramount le sigue bailando el agua. La posibilidad de eliminar detractores como John Oliver, uno de los mayores talentos de HBO, o Anderson Cooper, periodista estrella de la CNN, por poner dos ejemplos concretos, parece suficiente aliciente como para facilitar el tr?mite, por mucho que se acabe haciendo a?icos la libertad de prensa y de expresi?n en la primera potencia mundial.
A Netflix le ha salido un adversario de envergadura en este gran final de temporada.

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