Barcelona
17/12/2025 21:00 Actualizado a 17/12/2025 21:17
La Vuelta a España del 2025 quedó marcada por las protestas. El vídeo de resumen de la última edición se cerraba con la foto improvisada del podio en el parking del hotel, donde Almeida y Pidcock escoltaron a Vingegaard, el ganador. Y aquel desenlace planea bastante en el recorrido del 2026 porque el pelotón esquiva las zonas rebeldes y se centra en el Mediterráneo y Andalucía.
Las etapas 11, 16 y 21 no se pudieron completar como estaban previstas por el boicot de la afición a la participación del equipo Israel y ni el País Vasco, ni Galicia ni Madrid, los tres puntos donde se produjeron los altercados más importantes, repiten en el nuevo mapa. Ni siquiera la capital de España. La organización quería un fin de fiesta histórico en las Canarias pero finalmente ha optado por un broche final monumental en Granada, con cinco ascensiones a la Alhambra, el 13 de septiembre.
Siete finales en alto
Los 41 km de contrarreloj individual compensarán las llegadas a los puertos de Font Romeu, Valdelinares, Aitana, Calar Alto, La Pandera, Peñas Blancas y Collado del Alguacil
La Vuelta saldrá el 22 de agosto de Mónaco con una contrarreloj individual de 9 km. El Principado ya había acogido la partida de las otras dos grandes, en 1966 fue el Giro y en el 2009 el Tour. En la 18.ª jornada, habrá 32 km más contra el crono entre Puerto de Santa María y Jérez. Con eso se intenta compensar los siete finales en alto, el primero en Font Romeu, en la Catalunya Nord, el tercer día.
En la primera semana, con un teórico sprint en Roquetes en las Terres del Ebre, el regreso a las subidas a Aramón Valdelinares y al puerto de Aitana, acoge una de las grandes novedades. La Vuelta se anima a probar el sterrato aunque a cuentagotas. Solo son 3 kilómetros pero en plena ascensión al Bartolo, una antena de Castelló.
El atractivo de la segunda semana son los finales duros en Calar Alto y en Sierra de la Pandera, ya en tierras andaluzas, donde la Vuelta ha encontrado una nueva referencia. La penúltima etapa llega con la sorpresa del inédito Collado del Alguacial. Un coloso de 8 kilómetros con una media de 9,8% y rampas máximas del 21.
Presume la organización de que han ideado la carrera con mayor desnivel de la historia de la Vuelta pese a no tocar el Norte de la península. “Queríamos una Vuelta que mirase al cielo y una carrera en la que no te puedas relajar ni un día”, explicó Javier Guillén, director de la prueba.
Ahora falta saber si el calor del sur no ahuyenta a la participación. Aunque Chris Froome, que recibió un premio a su trayectoria, se apresuró a recordar que es la carrera perfecta para dar un paso adelante. “Sobre todo si eres escalador y tienes piernas te da la oportunidad de expresarte”, dijo el británico. ¿Un mensaje para Juan Ayuso, que estrena liderato en el Lidl?

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