Hansi Flick, el visitante implacable: El mejor entrenador del club en campo contrario

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Desde el córner que ocupaba el grupo de animación de La zorra alkarreña se inventaron el martes una canción: “Hansi Flick, págate un barril”. De forma divertida le pidieron en varias ocasiones al entrenador del Barcelona que les invitase a un barril de cerveza. Centrado en el juego y en superar la eliminatoria, Flick no prestó demasiada atención al cántico. No obstante, los ruidosos seguidores del Guadalajara no sabían con quién se jugaban exactamente los cuartos. Dentro de esa fachada de hombre afable, quizás no haya un visitante más implacable que el Barça del alemán. Un invitado que pone a temblar a cualquier estadio.

Una de las primeras características que impresionó de su estilo ofensivo fue la voluntad de que el equipo apretase hasta el final, que no se conformase ni se relajase con marcadores cómodos. Que tuviese colmillo para marcar más goles y no levantase el pie del acelerador. Así se han conseguido amplias goleadas.

Pero desde su llegada el técnico también ha dotado al equipo de carácter para sacar adelante los partidos que se complican o los que se juegan en escenarios adversos. Por ejemplo, los dieciseisavos de la Copa, en campo de un rival modesto, es un duelo en el que el Barcelona tiene mucho que perder y poco que ganar. En Barbastro, el curso pasado, se puso muy pronto a favor. En cambio, en Guadalajara hubo de remar y estrujarse la cabeza.

En el Pedro Escartín se vio al Flick más intervencionista, innovador y táctico. En el descanso, con 0-0, acometió una reforma integral. Con solo un cambio (Cubarsí sustituyó a Bernal), sorprendió por su vertiente camaleónica. Hasta seis jugadores modificaron su posición tras el paso por el vestuario, incluidos los cuatro de arriba, que se alternaron los puestos y las tareas.

Flick es un competidor nato y su Barça solo ha caído en eliminatorias contra el Inter en semifinales de la Champions y fue en la prórroga. En Guadalajara, optó por Ter Stegen porque consideró que era el mejor para ese rival y escenario –el capitán mantuvo la portería a cero, algo que Szczesny no ha logrado este curso–. Y no reservó ni a Lamine Yamal ni a Eric Garcia. De Jong, Rashford y Christensen también jugaron todo el encuentro y lograron la clasificación.

Desde que llegó al Barcelona ha ganado 31 partidos fuera y apenas ha perdido en ocho salidas

Históricamente, el Barcelona bajaba el rendimiento en los desplazamientos. Sin embargo, ahora cuando los blaugrana toman el avión son casi tan fiables como en casa con su afición. Flick gana siete de cada diez partidos que juega fuera del Spotify Camp Nou. Lleva 31 triunfos en 44 salidas, incluyendo los de campo neutral, la Supercopa (Yida) y la final de Copa (La Cartuja). Registros difíciles de sostener en el tiempo.

De hecho, le sitúan como el mejor entrenador del club en campo contrario de la era moderna, superando por poco a Luis Enrique (68% en tres temporadas) y a Pep Guardiola (63,5% en cuatro cursos). Dos entrenadores que tuvieron al mejor Leo Messi a su disposición. A su predecesor Xavi lo supera en 11 puntos (59%). Más lejos quedan Valverde (52%) o Rijkaard (48%).

Los tiempos de Cruyff (43%), que estuvo casi ocho años, eran otros. Entonces el factor campo sí que cobraba verdadera importancia y ganar fuera era un auténtico reto. Basta para hacerse una idea de cómo ha cambiado el fútbol que la temporada de la final de Wembley (1991-92) solo se ganaron 11 partidos lejos del Camp Nou, entre ellos al Sampdoria en Londres.

Porcentaje de victorias como visitante

Johan Cruyff : 42%
Frank Rijkaard:  48%
Pep Guardiola: 63,5%
Luis Enrique: 68%
Ernesto Valverde: 52%
Xavi Hernández: 59%
Hansi Flick: ​70,4% 

La temporada pasada estuvo casi cinco meses sin perder a domicilio, desde diciembre hasta mediados de abril. Y este curso ya se ha sacado la espina de su primer año cuando no pudo llevarse los tres puntos de Balaídos y el campo del Betis, por ejemplo. Esos números de Flick dan moral de cara a los próximos partidos, porque son todos lejos del Camp Nou.

La temporada pasada estuvo casi cinco meses sin perder a domicilio

Para acabar la primera vuelta del campeonato a los blaugrana solo les quedan dos jornadas y son en dos campos de rompe y rasga: el domingo el estadio de La Cerámica, feudo del tercer clasificado, y Cornellà-El Prat, donde les espera un Espanyol muy ambicioso en el derbi.

Pero es que inmediatamente después el equipo viajará a Yida para disputar la Supercopa, donde defiende el título y donde aún ningún equipo ha repetido título con el formato de final four. Si logra superar el cruce contra el Athletic, llegará a la gran final contra el Real Madrid o el Atlético. A Flick no le temblarán las piernas, eso seguro.

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