Madrid
12/12/2025 12:48 Actualizado a 12/12/2025 13:09
La negociación de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) ha arrancado con la presentación esta mañana del informe de los expertos del Ministerio de Trabajo, un acto en el que la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha afirmado que “A España le sienta muy bien el SMI”, y también que, por primera vez, una familia monoparental que perciba este salario mínimo ya queda por encima del umbral de riesgo de pobreza.
Las cifras que plantean los expertos ya se conocían, un 3,1% si queda exento de tributar y un 4,7% si por el contrario queda sometido al IRPF, y ahora se convocará muy pronto la mesa de diálogo social para negociar el aumento. Un consenso que costará mucho de conseguir, especialmente con la patronal, que plantea un aumento del 1,5% y que discute el método de cálculo. En este sentido, Díaz ha dicho que “no se resigna a nada jamás”, en referencia a tener que pactarlo solo con los sindicatos, pero ha acusado de nuevo al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, de estar más en campaña electoral que no en defender los intereses de los empresarios. Es decir, panorama negro para un acuerdo a tres bandas. Más fácil puede ser con los sindicatos.
El aumento del SMI se tramitará de manera separada de otro de los objetivos del ministerio de este año, como es la limitación de la posibilidad que las empresas absorban pluses en las subidas. “Si un trabajador cobra un plus de peligrosidad, este plus no puede desaparecer cuando sube el SMI”, ha afirmado Díaz. Es otro de los temas que le enfrenta a la patronal, que amenaza con recurrir a la justicia si se lleva a cabo este cambio a través de un reglamento, como va a hacer Trabajo, y no vía una ley.
Lo cierto es que Trabajo ya ha sacado a consulta pública esta norma, en la forma de transposición de la directiva europea sobre el salario mínimo. Una consulta que está abierta del 5 al 19 de diciembre, y aunque no contiene todavía su desarrollo ni los detalles, porque es la consulta pública previa, se especifica entre los objetivos la “afectación de las reglas de compensación y absorción en los complementos salariales”.
Se trata de esta limitación que exigen los sindicatos, quiere aplicar Trabajo y que la CEOE rechaza de plano y que previsiblemente recurrirá. Es una de las razones por las que se deslinda la subida del SMI de esta modificación.
En esta ocasión, el informe de los expertos no marca una franja de posibles aumentos sino que los limita a una sola cifra, o dos para ser exactos, pero equivalente. Una es si queda exenta de tributación, otra si queda sujeta al IRPF. Vista la última reacción de Hacienda, la opción más probable es que se aplique la exenta de tributar y que se actualice la deducción que ya se aplicó en el ejercicio anterior para adaptarla a la nueva subida.
Yolanda Díaz ha querido destacar el valor del salario mínimo, que ha pasado de 735 euros al mes en el 2018 a los 1.184 euros este año, con aumento previsible de un mínimo del 3% para el 2026. “Hoy cobrar el SMI no es sinónimo de pobreza o de exclusión social”, ha afirmado la ministra, insistiendo en que se ha hecho un hueco en la sociedad. “Nadie cuestiona el SMI”, ha añadido.
El informe de los expertos destaca que el SMI ha tenido un efecto netamente positivo sobre la distribución de la renta, reduciendo la desigualdad salarial y mejorando la situación de los hogares más pobres. Sin embargo, con limitaciones en la lucha contra la pobreza. “El SMI sería así una herramienta eficaz pero no suficiente para combatir la desigualdad y la pobreza”.
Uno de los elementos que destacan qeue por primera vez, el SMI es suficiente para situar los ingresos de una familia monoparental por encima del umbral de riesgo de pobreza. En el caso de una familia con dos adultos y dos dependientes se necesitarían 1,64 SMI, dicen los expertos.

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