Raphinha mueve montañas un día antes de su cumpleaños

Hace 8 horas 4

Empezó enjaulado, ocupando la mediapunta por delante de Pedri y Eric Garcia. Dentro de esa línea de tres, Raphinha fue el azulgrana más incómodo en la primera mitad. Todo hacía pensar que sería el primero en ser reubicado. Pero después, el brasileño fue el mejor. Puso la magia del gol con un doblete que sacó al Barça de su letargo y le permitió cerrar el 2025 en el Spotify Camp Nou con pleno de triunfos desde que se reabrió.

Hace tiempo que Flick medita reconvertir a Raphinha en una opción para la mediapunta. De hecho, ante el Betis ya iba a ocupar esa posición. Finalmente, por precaución tras volver de su lesión, el técnico le dio descanso y apostó por Lamine Yamal. A la espera del regreso de Dani Olmo y Gavi, también figura en esa larga lista de alternativas el nombre de Fermín.

“Este tipo de victorias son importantes, dan confianza al equipo”, decía el brasileño, el mejor del partido

En la primera mitad, Raphinha puso más empeño que acierto y, para colmo de la mala suerte –o de la mala leche de Soto Grado desde el VAR en Las Rozas–, los tacos de su bota en la salida del córner que botó para Lamine Yamal sirvieron para que el VAR invalidara, varios minutos después, el gol de Ferran Torres. Se entendió poco aquella anulación. Pero esa es otra cuestión. El caso es que Raphinha se reivindicó en la segunda mitad, a partir del minuto 70, con un doblete que sacó al Barça de la monotonía y, no menos importante, del aburrimiento de una grada sumida en un ambiente soporífero, apenas salpicado por tímidos cánticos reclamando una verdadera grada de animación.

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  Raphinha celebra con sus compañeros el 1-0 marcado ante el Osasuna

Alejandro García / EFE

Como suele suceder, fue Pedri quien inició la jugada del 1-0. El canario, cansado de esperar, condujo el balón hasta la mediapunta y se lo cedió a Raphinha, que con la zurda conectó un remate desde fuera del área que rozó ligeramente en Herrando para hacerlo aún más difícil para Sergio Herrera. Era su quinto gol del curso y la sexta asistencia de Pedri Potter .

Raphinha lo celebró con efusividad junto a Lamine Yamal. Ambos cruzaron los brazos con las manos levantadas, al más puro estilo Ben-Hur y Messala. “A menudo nos saludamos así”, explicaba el brasileño, uno de los mentores de Lamine y del resto de jóvenes, dentro y fuera del campo.

Con Lamine a menudo nos saludamos así, no fue una celebración especial”

Ante el Osasuna, a Lamine Yamal se le vio mucho. Generó una gran ocasión con un certero pase a Ferran Torres y otra en una internada antológica que el delantero de Foios resolvió con una chilena que salió rozando el palo. Desde el palco lo observaban el presidente Joan Laporta y Deco, que insiste en que el valenciano es su gran apuesta para ser el delantero centro titular del equipo, con o sin Lewandowski, y a la espera de que Lamine pueda evolucionar también hacia esa posición.

Mientras Raphinha anotaba el 1-0, Fermín empezaba a calentar en la banda para ocupar el enlace con los delanteros. Y el brasileño, tras ceder el brazalete de capitán a De Jong, se colocó en su posición predilecta. Más allá de ser muy querido y respetado en el vestuario, Raphinha es también un futbolista que aprende rápido. Al descanso, la consigna de Flick fue clara: para superar la telaraña del Osasuna había que pensar y atreverse más. Y eso fue exactamente lo que hizo.Una jugada de Koundé y un despeje de Catena le permitieron anotar el 2-0 y su segundo doblete del curso –el primero lo marcó en septiembre ante el Valencia–. Pero, por encima de todo, quedó el triunfo. “Necesitamos seguir progresando y sumar tantos puntos como sea posible. Estas victorias son importantes porque le dan al equipo la confianza para seguir”, sentenció Raphinha, que este domingo cumple 29 años.

Se lo agradeció mucho el Camp Nou, que terminó entonando el “Xabi quédate”, dirigido al entrenador del Real Madrid. De momento, el Barça se fue a dormir aún más líder y con siete puntos de ventaja sobre el eterno rival.

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