Los indultos a figuras del régimen de Pinochet irrumpen en las presidenciales en Chile

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Valentina Nieto
​Santiago de Chile

12/12/2025 06:00

En la recta final de la campaña, el candidato presidencial de la ultraderecha chilena, José Antonio Kast, se encuentra en una situación incómoda. Aunque se posiciona con holgura para la segunda vuelta de este domingo 14 de diciembre -con una ventaja de al menos 15 puntos sobre su competidora, la progresista Jeanette Jara-, los posibles indultos a condenados por crímenes de lesa humanidad en la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) se han convertido en una piedra en el zapato del candidato de la ultraderecha.

Durante la campaña, Kast ha evitado hablar de temas que no sean migración, seguridad y economía. Sin embargo, a tan solo unos días de la elección, las preguntas sobre los indultos se han hecho ineludibles. “Nadie merece morir en una cárcel”, respondió este martes en el último debate previo a la votación, dejando abierta la puerta a los beneficios carcelarios en un eventual gobierno.

En la primera vuelta, Kast procuró no hablar de indultos. Pero sí lo hizo otro se los candidatos, Johannes Kaiser, de la extrema derecha libertaria. “Usted no puede tener gente de 80 y 90 años pudriéndose en una cárcel, queriendo mezclarlos con delincuentes comunes solamente porque a usted no le caen bien políticamente” dijo Kaiser en noviembre pasado, al ser consultado en un debate por un posible indulto a Miguel Krassnoff, exmilitar condenado a más de mil años de prisión por delitos contra los derechos humanos durante la dictadura.

El vínculo de Kast con Pinochet es conocido. Sus orígenes políticos están en la Unión Demócrata Independiente (UDI), un partido fundado durante la dictadura por Jaime Guzmán, senador asesinado en democracia e ideólogo de la Constitución vigente desde 1980. Kast militó más de dos décadas en la UDI y ejerció como diputado durante 16 años; en 2016 se fue del grupo para fundar el Partido Republicano. Kast fue también un acérrimo defensor de la continuidad de Pinochet en el poder e incluso aseguró que de estar vivo el general, votaría por él. Los nexos alcanzan incluso a lo familiar, ya que su hermano mayor, Miguel Kast, fue ministro y presidente del Banco Central durante el régimen autoritario.

En 2021, durante su segunda campaña presidencial, el abogado de varios reclusos de Punta Peuco -la cárcel inaugurada en 1995 para condenados por violaciones a los derechos humanos- confirmó en un reportaje televisivo que José Antonio Kast visitó a Miguel Krassnoff y que, además, gestionó “personalmente” indultos durante el gobierno de Sebastián Piñera.

Aunque han pasado 35 años desde la salida de Pinochet del poder, la sombra del régimen continúa presente en la sociedad chilena, que llega aún más polarizada a estas elecciones. La candidata de la izquierda, la comunista y exministra del Trabajo de Boric, Jeannette Jara, ha arremetido contra Kast en las últimas semanas de campaña, tanto en los debates como en la publicidad institucional televisiva, acusándolo de querer indultar a Krassnoff. El candidato republicano, por su parte, ha rechazado estas afirmaciones, vinculando la discusión al debate que se lleva adelante en el Congreso sobre la conmutación de penas y otros beneficios penitenciarios para reclusos de edad avanzada o con enfermedades graves.

La controversia por los indultos se agudizó aún más en la recta final de las elecciones. El diputado José Carlos Meza, una de las figuras más visibles del Partido Republicano, ha afirmado en

CNN Chile que los beneficios que se discuten en el Congreso no deberían excluir a ningún condenado. Ante la pregunta de si eso incluiría también a violadores de menores, respondió que “no hay que hacer distinciones”. Esa declaración puso en una situación incómoda a Kast, que había evitado hasta entonces referirse a ella, señalando que “no es lo relevante”. Sin embargo, durante el cara a cara del martes, debió fijar una posición más clara y aseguró que “jamás indultaría a un abusador de niños”.

Aun así, Jara ha mantenido el foco en ese episodio, fijando su estrategia en la confrontación con el candidato conservador en áreas incómodas. En el cierre de su campaña este miércoles, la exministra aseguró que “está en juego la impunidad para pedófilos y violadores de derechos humanos”.

A pocos días de la segunda vuelta, el republicano José Antonio Kast mantiene una clara ventaja en las encuestas, pero el escenario no está exento de incertidumbre. El electorado

que apoyó al líder del Partido de la Gente (PDG), Franco Parisi, en la primera vuelta -quien consiguió casi 2,5 millones de preferencias como tercer candidato más votado- sigue siendo

un factor impredecible. Aunque el partido recomendó votar mayoritariamente blanco o nulo en el balotaje, el comportamiento de esos electores está marcado no solo por la afinidad ideológica, sino también por preocupaciones sobre la preservación de derechos sociales, la seguridad y la influencia de discursos anticomunistas, que han movilizado a un segmento significativo de la ciudadanía.

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