Sánchez echa un pulso al automóvil: pide a Von der Leyen que mantenga la prohibición de vender coches de combustión en 2035

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El Gobierno español tiene un claro compromiso con el vehículo eléctrico y está yendo a fondo. Después de aprobar la semana pasada una hoja de ruta para el automóvil inédita en Europa, con medidas concretas y fondos frescos para el sector, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, envió este jueves una misiva a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, para que mantenga firmes los objetivos de emisiones del sector de cara a 2035. Esto significa que España no quiere mover la fecha de prohibición para la venta de vehículos de combustión, que se aprobó hace apenas dos años, la cual posiblemente se cambie a 2040, retrasando la electrificación total de las ventas en la UE.

“España quiere subrayar la importancia de preservar el nivel actual de ambición, especialmente cuando el mercado empieza a reconocer a los vehículos electrificados como la opción más eficiente y competitiva”, ha indicado el presidente, que ha recordado que la Comisión ya suavizó en marzo la norma de emisiones que entraba en vigor este año: se suponía que en 2025, aquellos que no cumpliesen con la normativa CAFE, que endurece el límite de emisiones de CO2 por kilómetro de las nuevas matriculaciones, tendrían que pagar multas. Finalmente no habrá sanciones hasta 2027.

“Cualquier otra relajación adicional pondría en riesgo y podría retrasar inversiones en modernización, ligadas a una temporal desaceleración en la demanda del coche eléctrico, impactando directamente en la futura competitividad de la industria automovilística europea y sus proveedores, incrementando la probabilidad de cierres y pérdidas de empleo en la UE. Por ello, rechazamos que los vehículos de combustión u otras tecnologías sin eficacia demostrada puedan seguir comercializándose más allá de 2035″, ha añadido el presidente.

Esto confronta directamente con la posición de ACEA, la patronal europea que aúna al sector, que lleva meses negociando con Bruselas una relajación de los objetivos de emisiones, que además de acarrear un retraso en la prohibición de la venta de coches de combustión, también incluiría otras iniciativas como créditos de CO2 por desguazar coches viejos, que parte de las matriculaciones de eléctricos se sustituya por coches con combustibles alternativos o que la venta de coches eléctricos pequeños cuente más para el cómputo de emisiones global de las marcas. El propio presidente de Anfac, la patronal nacional de fabricantes de coches, Josep Maria Recasens, indicó esta semana que en las conversaciones con Europa se incluían también aspectos como el componente local de los vehículos vendidos, para favorecer que los vehículos comercializados se hagan en Europa.

En la misiva, Sánchez también ha abogado por potenciar la electrificación de las flotas de empresas, una vía por la que ha apostado Portugal, un país con menor renta per cápita que España y que sin embargo ha logrado catapultar su cuota de ventas de eléctricos. “Es un orgullo y una gran satisfacción. España demuestra tener una visión clara de cero emisiones y alza la voz para defender la electrificación del transporte por carretera. Mostrándose firme ante 2035 y defendiendo la electrificación de flotas, nuestro país demuestra además solidaridad con el resto de Europa para convertirnos en hub de la electromovilidad, defendiendo el refuerzo de nuestra autonomía estratégica", ha indicado la directora de Transport & Environment España, Isabell Buschel. Esta asociación está presente en las negociaciones entre el sector y la Comisión.

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