La desigualdad económica en las grandes ciudades españolas dibuja un mapa de contrastes que poco tiene que ver con el nivel medio de renta. Madrid y Zaragoza encarnan hoy los extremos de un fenómeno que crece y se reconfigura tras el impacto de la pandemia. La primera es la gran ciudad más desigual de España; la segunda, la más igualitaria, según el nuevo informe de Fedea sobre Renta personal de los municipios españoles y su distribución correspondiente a 2022, basado en los microdatos del IRPF de la Agencia Tributaria y publicado este jueves.
El índice de Gini, que mide la desigualdad en la distribución de la renta personal, confirma la distancia entre ambos polos en el año 2022, el último para el que hay datos disponibles. Este indicador, que varía entre 0 y 1, sirve para medir la desigualdad económica o de ingresos dentro de una población. El 0 representa la igualdad perfecta (todos tienen los mismos ingresos), mientras que el 1 indica la desigualdad máxima (una sola persona posee todos los ingresos).
Madrid, con una renta mediana de 24.440 euros, presenta un valor de 0,5464, el más elevado entre las 10 grandes ciudades españolas, reflejo de una estructura socioeconómica muy polarizada: profesionales con rentas muy altas concentrados en finanzas, servicios avanzados y administración conviven con amplios segmentos laborales ligados a hostelería, comercio, cuidados y logística, caracterizados por salarios bajos y una elevada heterogeneidad. Zaragoza, con unos ingresos medianos de 21.528 euros, presenta por su parte un índice de 0,4691, por debajo de la media española de 0,5058 puntos.
El informe plantea un escenario urbano donde la recuperación pospandemia ha impulsado la renta media, pero no necesariamente ha reducido las brechas internas. De hecho, en algunos casos se han recalibrado. Entre los dos extremos de este grupo de localidades están, ordenadas de mayor desigualdad a menos, Valencia, Málaga, Las Palmas de Gran Canaria, Alicante, Palma de Mallorca y Sevilla. Todas ellas con valores del índice de Gini por encima de 0,53. En mejor posición se sitúan Murcia (0,5274) y Barcelona (0,5172).
¿Por qué unas grandes ciudades son más desiguales que otras? Jorge Onrubia, investigador en Fedea, coautor del informe y profesor titular y doctor en Economía por la Universidad Complutense de Madrid, explica que “la desigualdad dentro de una gran ciudad depende de su composición socioeconómica interna y del grado de segregación residencial”. En las áreas metropolitanas más extensas, señala, confluyen simultáneamente empleos de alta cualificación y rentas elevadas con trabajos de baja cualificación y salarios mucho más modestos, principalmente en el sector servicios, lo que ensancha las distancias internas.
Además, añade, influyen los elevados precios de la vivienda que se observan en estas urbes, “que tienden a expulsar” a parte de la población de rentas medias hacia municipios y barrios periféricos, reforzando la segregación interna entre los distritos de rentas altas y bajas. Por eso, concluye, “a mayor tamaño y diversidad del mercado laboral, suele haber más heterogeneidad y desigualdad interna”.
No obstante, el experto reconoce que existen excepciones: algunos grandes municipios mantienen baja desigualdad porque su mercado laboral está menos polarizado o porque cuentan con un urbanismo más integrador, con una mezcla más equilibrada de grupos sociales y menor presión inmobiliaria. Incluso la estructura demográfica introduce matices adicionales: “El grado de envejecimiento influye, pues la renta media de los pensionistas suele ser significativamente más baja que la de los trabajadores en activo, especialmente en empleos menos cualificados”, apunta Onrubia. Aunque el investigador no lo especifica, en el caso de Zaragoza la vivienda es significativamente más barata que en otras grandes ciudades.
La paradoja de los municipios ricos y pobres
Los datos de Fedea también analizan la paradoja de que municipios muy ricos y muy pobres puedan compartir niveles similares de desigualdad. Es el caso de Pozuelo de Alarcón (Madrid) —el municipio de mayor renta media en España— y El Ejido (Almería), uno de los que presentan menores ingresos.
El caso de Pozuelo, con un valor de 0,6188, “muestra una desigualdad por arriba”, sostiene Onrubia. La media de ingresos es alta, pero existen también diferencias muy notables dentro del municipio entre hogares muy acomodados (zonas de élite como La Finca o Somosaguas) y otros con rentas más medias-altas, a mucha distancia, e incluso zonas de rentas bajas, frecuentemente habitadas por inmigrantes o sus descendientes nacionales de segunda generación, con menos acceso a trabajos cualificados. Una explicación similar se daría en Alcobendas (0,6889), otra localidad de renta media alta en la que se sitúa la conocida urbanización de lujo La Moraleja.
Por el contrario, en municipios de baja renta, como es el caso de El Ejido, con un valor de 0,6322, la explicación estaría en “la existencia de núcleos de población con rentas medias no demasiado altas que conviven con una población importante en número, por lo general inmigrante, con empleos en el sector agrario, en muchos casos, con alta temporalidad, lo que amplía las distancias internas”. En todos estos casos, la coexistencia de grupos con niveles de renta muy distintos dentro de un mismo término municipal explica que sean desiguales, aunque por razones socioeconómicas y urbanas muy diferentes.

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