Anna Buj | Bruselas
Corresponsal
12/12/2025 06:00 Actualizado a 12/12/2025 06:27
España trata de hacer frente común en el Mediterráneo con Francia e Italia en la trascendental reunión de hoy en Bruselas que debe fijar el marco de la pesca para el año próximo. Son los tres países más interesados en conseguir aumentar lo días de faena.
El ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, fue ayer tajante al censurar la propuesta de la Comisión Europea para los pescadores en el Mediterráneo, que parte de solamente nueve días al año si el sector pesquero de arrastre no hace todavía más esfuerzos para la sostenibilidad de las especies. Una idea tan descabellada que, según el representante español, “parece de otro planeta”.
“Hacerle a alguien una propuesta de nueve días (de pesca al año) es como enviarlo a casa, y eso es técnicamente lo que he leído estrictamente, jurídicamente, supone la propuesta de la Comisión”, declaró el ministro a su llegada a la reunión de titulares de Pesca de la Unión Europea que arrancó ayer en la capital comunitaria.
El planteamiento inicial de Bruselas es que los pescadores de arrastre solo trabajen nueve días al año
Esta cumbre es clave para el futuro del sector pesquero catalán ya que, de cumplirse la propuesta comunitaria, los pescadores verían amenazados su supervivencia. La propuesta de la Comisión –que todavía debe ser acordada con los Estados miembros– es que se salga a pesca de arrastre 9,7 días en el 2026 (un 64% menos que los 27 actuales). Aunque deja abierta la puerta a ampliar estos 9 días hasta los 130 que han realizado finalmente este año, Bruselas obliga a los pescadores a esfuerzos mucho más drásticos como cambiar las mallas, parar durante semanas, optar por las vedas de más profundidad o establecer puertas voladoras.
La mayoría de las flotas pesqueras ya han aplicado estas medidas durante este año para poder seguir faenando los 130 días al año, pero ahora la Comisión Europea reclama que todavía hagan otros esfuerzos adicionales. “No tiene ningún sentido. Lo que hay que hacer es tener en cuenta el esfuerzo que se ha hecho”, sostuvo el ministro socialista ante la prensa. “Ese grado de irrealidad conduce a algunos a pensar que en realidad esto es un teatro y después habrá un resultado que pueda ser más positivo. Yo quiero ser muy realista: esta es una tarea dificilísima”, defendió Planas, en el inicio de estas maratonianas negociaciones.
De momento, ayer no había perspectivas de que se fuese a alcanzar un acuerdo por la vía rápida. Fuentes diplomáticas avisaron que la negociación sería muy complicada informaron que España, Francia e Italia estaban trabajando de la mano para hacer frente común entre los principales interesados en aumentar los días de faena para el sector.
También hubo una primera reunión trilateral entre España, la presidencia danesa y la Comisión Europea y otros contactos con otros países, como Países Bajos. El govern también está implicado y el conseller de Exteriors, Jaume Duch, se reunirá hoy con el director general de Pesca y Asuntos Marítimos, Antoni Espanya, para abordar las demandas de Catalunya en el marco de las negociaciones comunitarias.
Pero los precedentes de los anteriores países dicen que esta reunión de diciembre de ministros de Pesca es una de las más feroces del año en el Consejo de la UE, con lo cual es posible que, de haber acuerdo, no se alcance hasta altas horas de la madrugada o incluso se alargue la reunión al sábado. El año pasado se culpaba de la rigidez de la Comisión al anterior comisario de Medioambiente, Océanos y Pesca, el lituano Virginijus Sinkevicius, con menos sensibilidad por el Mediterráneo. Pero este año, incluso bajo el mando del chipriota Costas Kadis, el Ejecutivo comunitario sigue mostrando su puño de hierro.

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