El Madrid vence al pánico en Talavera

Hace 18 horas 1

No hubo 'talaverazo'. Pero no estuvo tan lejos. Xabi Alonso y su Real Madrid arrinconaron los fantasmas que parecen perseguirle a domicilio esta temporada, aunque que ayer volvieron a aparecer para provocar el pánico entre la penumbra de Talavera, ante un rival que transita en la penúltima posición de la Primera Federación. La Copa del Rey también le generó taquicardia a este Madrid, incapaz de sentenciar los partidos y condenado a no poder vivir tranquilo ni una sola noche sea cual sea el rival. Y eso que volvió a disfrutar de alguna decisión arbitral polémica a su favor.

Preocupado por ahorrar decepciones innecesarias a su gran estrella, Xabi Alonso priorizó alimentar la carrera que Kylian Mbappé, ausente contra el Manchester City en la Champions la semana pasada, mantiene con el Cristiano Ronaldo de 2013 por ser el máximo goleador del Real Madrid en un año natural. No temió a exponerlo a la penumbra de Talavera, donde reinaron las sombras y la iluminación hubo que imaginarla. Una imprudencia, quizás, ante las molestias físicas que arrastra el francés, pero una bendición, eso sí, poder contar con él para desatascar una eliminatoria para nada cómoda.

Porque tampoco le resultó sencillo a los blancos someter a un rival que les dio mucha guerra al inicio y, sobre todo, al final. Tuvo que lucirse en el primer tiempo Lunin, capitán por un día y héroe de nuevo, para evitar algún gol inesperado de un Talavera que logró emocionar a su afición. Hasta tres veces remataron sobre la portería blanca. Mientras, Mbappé no conseguía afinar el punto de mira. Erró el de Bondy un mano a mano antes del minuto cinco, y poco después asistió de tacón a Endrick, que reclamó un penalti por un derribo en el área.

Tardó el Madrid en hacerse dueño del partido lo que le duró el fuelle a su rival. A partir del minuto 20 las llegadas peligrosas de los blancos se reprodujeron. Endrick, Ceballos, Güler y Gonzalo, por dos veces, todos titulares en un once con muchas rotaciones, obligaron a Jaime González a mostrar su mejor repertorio de paradas.

Achicaba agua siempre al límite el Talavera hasta que, al borde del descanso, el árbitro terminó con su sufrimiento. El equipo manchego fue ajusticiado a través de un penalti que solo vio Cuadra Fernández. Unas manos tras un rebote de esas que con algo de sentido común nunca se deberían señalar. Mbappé cumplió con su cometido y marcó su gol número 57 del 2025.

Aprovechó el Madrid el enfado de la grada con el colegiado y la desilusión provocada por el gol encajado para aumentar su ventaja en la eliminatoria antes del descanso. Una vez más fue Mbappé quien se marchó por la línea de fondo y su pase atrás lo convirtió en el segundo gol blanco Manuel Farrando, que marcó en propia portería. Un gol psicológico que parecía arruinar las esperanzas de lograr un milagro copero.

De hecho no hubo demasiados síntomas de remontada en el comienzo del segundo tiempo, en el que el Madrid, más relajado que en el primer tiempo, gobernó el duelo sin pisar el acelerador. Jaime González siguió haciendo de las suyas con paradas extraordinarias, esta vez a disparos de Güler, una falta desde la frontal, y de David Jiménez, debutante en el lateral derecho.

Cuando nada sucedía y el tercero del Madrid sobrevolaba el estadio, un chispazo devolvió la vida al Talavera. Un contragolpe por la derecha lo terminó en el costado contrario Nahuel Arroyo con un gol que daba inicio al particular vía crucis de los blancos.

La confianza cambió de bando. El Talavera, de pronto, tenía piernas y fútbol para lo imposible. El Madrid vivió embotellado unos minutos hasta que la primera vez que salió de la cueva volvió a golpear. Mbappé marcó su gol número 58, se queda a uno de Cristiano, tras el único error de González, que no tapó un disparo centrado.

Pero este Madrid siempre regala emoción, y Di Renzo puso el 2-3 ya en el descuento tras dirigir hacia la red un rechace que provenía del larguero. A partir de ahí, dos minutos de infinita angustia para el Madrid y para Xabi Alonso. Tuvo una más el Talavera. Otro remate dentro del área que tuvo que palmear como pudo Lunin para evitar otro sonrojo mayúsculo.

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