Dimite en plena guerra interna el líder de Jucil, la asociación de guardias civiles enfrentada a Interior

Hace 2 horas 1

Primera víctima en la guerra interna que se vive en el seno de Justicia Guardia Civil (Jucil), la asociación de agentes más beligerante contra el Ministerio del Interior. Ernesto Vilariño, su líder hasta ahora, ha presentado este viernes su “renuncia voluntaria” al cargo en el trancurso de una asamblea general que él mismo había convocado para forzar el cese de varios críticos. Según se recoge en el breve escrito de dos párrafos que ha presentado para formalizar su dimisión, al que ha tenido acceso EL PAÍS, Vilariño no especifica si también renuncia al puesto de vocal que ocupa en la Consejo de la Guardia Civil, órgano de representación de los agentes ante Interior.

En una nota de prensa posterior, el ya ex secretario general jutifica su decisión en la necesidad de “desbloquear” la situación que se vivía en el Comité Ejecutivo Nacional desde el fracaso electoral del pasado octubre con dos sectores enfrentados. “Los socios tendrán ahora la oportunidad de elegir una nueva directiva y el rumbo de la asociación”, añade en dicha nota, que recuerda que la decisión de Vilariño “activa de manera inmediata el proceso electoral interno” para elegir a una nueva dirección. Hasta entonces, las riendas de la asociación la toman en funciones los restantes nueve miembros del comité ejecutivo.

En las últimas semanas se había producido una fractura en este órgano con acusaciones cruzadas entre dos sectores que habian provocado que ambos convocaran por separado a los cerca de 15.000 asociados a sendas asambleas extraordinarias. La primera, convocada precisamente por la facción encabezada por Vilariño se celebraba este viernes y en ella el ya ex secretario general de Jucil pretendía cesar a dos de los dirigentes enfrentados a él.

El otro sector de dirigentes había planteado que la reunión se celebrase la próxima semana con un orden del día en el que se planteaba analizar “la situación actual”, estudiar qué “soluciones adoptar” y “modificar los estatutos”, sin más concreción, aunque todo apuntaba a que iban a intentar la salida de Vilariño. No ha hecho falta, y ha sido el propio dirigente el que ha dimitido. Fuentes de su entorno aseguran que estaba “cansado” de la situación vivida en el seno de la organización en los últimos meses.

La crisis interna en Jucil se remonta a hace algo más de un año, cuando se produjo un cruce de demandas y querellas en los juzgados entre la dirección de la asociación que encabezaba Vilariño y cinco exdirigentes que denunciaron supuestos gastos irregulares y que aún se dirimen en los juzgados. Sin embargo, fue el varapalo electoral sufrido el pasado octubre, cuando la asociación perdió la mitad de sus seis vocales en el Consejo de la Guardia Civil ―el órgano de representanción de los agentes ante Interior― tras tener que conformarse con 6.838 votos, menos de la mitad de las 14.251 papeletas que obtuvo cuatro años cuando se convirtió en la asociación mayoritaria.

Aquella derrota provocó un cisma en el que un sector del comité ejecutivo, liderado por los hermanos Óscar y David González Sequera, vicesecretario general y secretario nacional de formación respectivamente, rechazaron en las reuniones internas diversas propuestas hechas por el máximo dirigente de la asociación para reconducir la situación de Jucil. Entre ellas, un documento que les presentó Vilariño para evitar celebrar dos asambleas y que, según consideraban los críticos, no se ajustaba a lo acordado previamente en la reunión. La publicación en EL PAÍS de detalles de la crisis internas provocó un nuevo roce con acusaciones cruzadas en el que los contrarios al entonces ex secretario general le acusaban de “enturbiar” la organización.

Leer el artículo completo