CC OO denuncia que el gerente de la Jiménez Díaz, del grupo Quirón, ha vinculado sus protestas laborales con sabotajes

Se viven días tensos en las empresas de la cooperación público-privada en la sanidad madrileña. La Fundación Jiménez Díaz, la joya de la corona del grupo hospitalario Quirónsalud, celebró el martes una reunión de la gerencia con los representantes de los trabajadores en la que, según Comisiones Obreras, sus miembros se levantaron indignados con los “ataques” del gerente.

CC OO asegura que el gerente, Javier Arcos Campillo, vinculó la campaña de protestas laborales que comenzó el 27 de noviembre con unos sabotajes que ha sufrido ese hospital en las últimas “dos o tres semanas”. El sindicato asegura que sus representantes no tienen conexión con esos actos vandálicos y que las palabras del máximo cargo de ese centro de Quirón equivalen a una coacción e intimidación, por lo que estudia acciones legales. La gerencia asegura por medio de un portavoz de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid que otros cuatro sindicatos presentes en el comité no apreciaron esas presiones, entre ellos UGT, cuyo representante Pedro Montero, presidente del comité de empresa, valora: “Les hizo una crítica y punto”.

El choque se produce cuando los focos se han posado sobre el modelo sanitario madrileño. Ribera Salud ordenó ralentizar la atención para ganar más dinero en el Hospital de Torrejón, de titularidad pública pero gestionado por esa empresa, como reveló EL PAÍS. Quirón gestiona con una fórmula similar tres hospitales y es propietario de la Jiménez Díaz, que también es remunerada por su servicio a la sanidad pública.

La reunión, dicen fuentes de CC OO, iba a tratar temas ordinarios, pero el gerente sorprendió a los presentes cuando sacó el tema de las protestas laborales que empezaron el 27 de noviembre en los hospitales de Quirón en la red pública, primero en Villalba y una semana después en Móstoles. Era la primera vez que se producía este encuentro después del inicio de esas movilizaciones al lema de “no somos esclavos, somos profesionales”. El sindicato había anunciado que después de Navidades se manifestaría a las puertas de la Jiménez Díaz.

El gerente, Arcos Campillo, tomó la palabra para reprender a los miembros de CC OO porque, según fuentes del sindicato, “los pacientes han copiado e imitado las proclamas”, y se refirió en concreto a lemas como “Quirón maltrata” o “Quirón esclaviza” a sus trabajadores. Les dijo que sus protestas alimentaban un “clima de violencia contra la institución, los pacientes y los profesionales”, añaden esas fuentes, y enumeró una serie de incidentes que habían ocurrido en las últimas “dos o tres semanas”. Se refirió, según estas fuentes, a unas pintadas en los baños contra Ayuso; la agresión de una paciente que escupió a una enfermera; y la rotura de una tubería de gas que dejó sin calefacción al centro durante varias horas.

El gerente añadió, dicen las fuentes de CC OO, lo siguiente: “Hay cosas de fuera que no podemos controlar, pero hay cosas que ocurren dentro que sí podemos”. Mientras decía esto, puso en una pantalla varias fotos de los incidentes seguidas de una foto de los representantes de CC OO en el hospital durante una de las manifestaciones recientes, según las fuentes de ese sindicato.

Los trabajadores reaccionaron con indignación. Respondieron que manifestarse es un derecho y que se les estaba acusando de esos supuestos sabotajes. El gerente les reconoció ese derecho pero les dijo que él también tenía derecho a mostrar su disconformidad. También aseguró que no les estaba acusando de los actos vandálicos. “Veladamente sí”, respondió una asistente.

El sindicato difundió este jueves por la tarde una nota de prensa en la que tacha de “infundios y mentiras” las palabras del gerente. “CC OO utiliza los medios legítimos que permite la legislación y el marco constitucional para denunciar la precariedad laboral que soportan los hospitales concesionados de Madrid. Pero el sindicato nunca se sirve de este tipo de acciones y vandalismo hooligan para reivindicar los derechos de las personas trabajadoras".

“Confundir y coaccionar al más puro estilo gánster a nuestros representantes, no es más que un signo de la degradación en los comportamientos de los directivos del Grupo Quirón en la Fundación Jiménez Díaz”, añade el comunicado, que indica que están estudiando acciones legales y una concentración para febrero que aún no tiene fecha.

La Consejería de Sanidad defiende que la gerencia de la Jiménez Díaz ha recibido el respaldo de representantes de otros sindicatos presentes en la reunión, quienes discrepan con que se hubiera ejercido algún tipo de coacción y añaden que el gerente no culpó a nadie por los actos vandálicos. Los sindicatos Satse o CSIF han hecho esa valoración.

También opina así UGT, que dice por medio de Pedro Montero, presidente del comité de empresa, que ni él ni otros cinco o seis miembros de su sección presentes apreciaron amenazas o coacciones. “No seré yo quien defienda este modelo de sanidad”, comienza diciendo, “pero el gerente es un hombre correcto y amable, no es Al Capone. Compararlo con un gánster es pasarse un poco. Lo que hizo fue mostrar su malestar con una serie de lemas que descalificaban al grupo”.

Protesta laboral a las puertas del hospital público de Villalba, gestionado por el Grupo Quirón, el 27 de noviembre, en Collado Villalba (Madrid).Santi Burgos

La Consejería añade que el acta de la reunión dejará claro que no hubo nada anormal: “La gerencia de la fundación Jiménez Díaz señala que el acta de la reunión es impecable, está solo a falta de la firma por parte de UGT, lo que esperamos se produzca en breve con lo que de esta manera quedará completamente cerrado”, dice un portavoz. “La reunión, que ha sido grabada, ha sido presentada y registrada ante notario”.

CC OO dice que el mes pasado optó por convocar las protestas después de que se paralizara una negociación para mejorar las condiciones laborales que había arrancado en marzo. Se quejan de que los trabajadores de los tres hospitales públicos gestionados por Quirón (Villalba, Valdemoro y Rey Juan Carlos de Móstoles) se rigen por el convenio de la sanidad privada, con peores condiciones que el vigente para los hospitales 100% públicos. En cuanto a la Jiménez Díaz, cuenta con un convenio equiparable a estos últimos, pero según CC OO no se respetan las condiciones laborales.

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