Telefónica ha intensificado las negociaciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) al rebajar la afectación mínima global a 5.521 personas y mejorar significativamente las condiciones para los empleados, aunque persisten “discrepancias sustanciales” con los sindicatos, especialmente UGT.
En la nueva sesión de la Comisión Negociadora del ERE, celebrada este miércoles para Telefónica de España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones, la dirección de la empresa ha puesto sobre la mesa una propuesta que introduce un límite crucial para el grueso de los despidos. La principal baza para avanzar en la negociación es su compromiso de abstenerse de ejecutar despidos forzosos en las tres principales filiales englobadas en el convenio de empresas vinculadas (CEV), si se alcanza un umbral de 4.600 bajas voluntarias. La propuesta establece este número como el suelo de salidas en las tres filiales del CEV, mientras que el máximo se mantiene en las 5.040 personas inicialmente previstas.
Si se logra este mínimo voluntario en el CEV, el número total mínimo de afectados en el conjunto de las siete filiales del despido colectivo se situaría en 5.521 personas, sumando las 4.600 salidas del CEV a las 921 propuestas para las otras cuatro filiales: Telefónica SA, Global Solutions, Innovación Digital y Movistar Plus+. De esta forma, se reduciría la afectación respecto a la cifra global de 5.961 salidas que se ha negociado hasta el momento, y sobre las 6.088 de la propuesta inicial.
UGT, aunque ha reconocido “avances relevantes”, ha rechazado el mínimo de salidas planteado, insistiendo en la necesidad de reducir esta cifra para asegurar la total exclusión de medidas forzosas.
Mejoras económicas
La compañía también ha dado un paso adelante al mejorar las condiciones económicas y de prejubilación. Respecto al Convenio Especial con la Seguridad Social (CEES), Telefónica ha aceptado ampliar su cobertura hasta dos años antes de la edad legal de jubilación ordinaria, con un límite de 65 años. Esta es una de las principales demandas sindicales, pues busca proteger a los empleados que no alcanzarían el umbral de cotización necesario para una prejubilación a los 63 años. Sin embargo, la empresa condiciona esta medida a que la persona trabajadora alcance la antigüedad requerida en el momento efectivo de la salida.
En cuanto a la antigüedad y los criterios de salida, se mantiene el requisito de 15 años de antigüedad durante toda la vigencia del plan, con flexibilidad en las opciones de adscripción voluntaria. En general, las condiciones económicas ofrecidas a los empleados nacidos entre 1969 y 1971 con 15 años de experiencia se mantienen en un 68% del sueldo. Pese a estas mejoras, persisten los puntos de fricción englobados en las demandas sindicales pendientes.
En el ámbito de las áreas excedentarias y estratégicas, UGT considera insuficiente el porcentaje del 35% de salidas propuesto para áreas no excedentarias e insiste en su exclusión del cómputo para maximizar las posibilidades de adscripción voluntaria. Reclama además aceptar un porcentaje superior al 35% en áreas excedentarias, buscando transparencia sobre futuros perfiles retenidos y prioridad para quienes ya fueron retenidos en el ERE anterior de 2024.
Sobre la creación de empleo, la empresa mantiene su compromiso en el 7%, pero los sindicatos reclaman elevar este porcentaje, como mínimo, al 10%. En lo referente a la prima de voluntariedad, mientras que en los ERE de otras filiales (Telefónica Innovación Digital, Soluciones Globales y SA) ya se ha introducido, CC OO presiona para que esta se incluya también en las negociaciones de las filiales del CEV. Finalmente, el convenio colectivo continúa siendo un aspecto enquistado, ya que se negocia uno nuevo que sirva de marco para todo el plan estratégico de la compañía.
El tiempo apremia, dado que esta es la penúltima semana de negociaciones, lo que ejerce presión sobre ambas partes para llegar a un acuerdo que evite medidas traumáticas.

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