El Ministerio de Sanidad se ha enrocado en una postura de confrontación total contra los facultativos. Este miércoles, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) se han visto obligados a abandonar la reunión con el departamento de Mónica García ante la negativa sistemática del Gobierno a escuchar sus reivindicaciones históricas.
Mientras el Ministerio intenta vender un "consenso" ficticio con sindicatos amigos (CCOO, UGT y CSIF), los verdaderos profesionales que sostienen el sistema denuncian que Sanidad prefiere el sectarismo ideológico antes que mejorar la calidad asistencial y las condiciones laborales de quienes salvan vidas.
El núcleo del conflicto reside en la exigencia de un Estatuto Marco propio para el colectivo médico. Los facultativos no se sienten representados por las organizaciones sindicales generalistas que, a menudo, actúan como meros apéndices del poder político. Sanidad, sin embargo, se escuda en una supuesta "legalidad vigente" para impedir la fragmentación de la negociación, una excusa administrativa para diluir la voz del médico y mantener un modelo de gestión soviético.
Los médicos exigen que su formación, responsabilidad y el sacrificio de años de estudio se vean reflejados en una norma específica. Sin embargo, el Ministerio de Mónica García prefiere un sistema de "café para todos" que castiga el mérito y la especialización.
La propuesta de Sanidad, calificada de "insuficiente" y "tramposa" por el sector, mantiene la obligatoriedad de las guardias bajo el comodín de las "necesidades del servicio". Esto permite, en la práctica, que las jornadas de 24 horas sigan siendo la norma y no la excepción, perpetuando un sistema de semiesclavitud que la ministra García criticaba antes de llegar al coche oficial.
Además, los médicos denuncian agravios comparativos intolerables como que las horas de guardia se siguen pagando por debajo de la hora ordinaria, que esas horas siguen sin cotizar para la jubilación y que el Ministerio pretende prohibir que los jefes de servicio compatibilicen su labor en ambos sectores, una medida puramente ideológica que busca asfixiar la libertad de ejercicio y empobrecer el sistema.
Desde el Ministerio se ha lamentado que los médicos "apuesten por la confrontación". Sin embargo, la realidad es que la administración ha empujado a los facultativos al conflicto al presentar un preacuerdo que ignora sus condiciones laborales básicas.
Acusaciones a Sanidad
La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) han acusado al Ministerio de Sanidad de "dinamitar toda voluntad de diálogo" para negociar con este colectivo un estatuto marco que regule sus condiciones laborales y se emplazan para decidir nuevas movilizaciones.
Estos dos sindicatos han emitido un comunicado de prensa para responder al Ministerio de Sanidad, que había informado previamente de que los representantes del comité de huelga de CESM y SMA se habían levantado de la reunión de este miércoles sin sumarse al consenso alcanzado el pasado lunes con el resto de sindicatos (SATSE-FSES, CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde) que negocian el estatuto marco en representación de los trabajadores del Sistema Nacional de Salud.
En el comunicado, los dos sindicatos -convocantes de las recientes huelgas de médicos y que reclaman un estatuto propio solo para este colectivo- aclaran que a la reunión de este miércoles se ha sumado por primera vez el secretario general de Sanidad, Javier Padilla.
Según su relato, Padilla ha anunciado que el "Ministerio daba por rota toda negociación, puesto que ya se había alcanzado un preacuerdo en la reunión del lunes -con los otros sindicatos- y no se iban a mantener dos líneas de diálogo paralelas".
Los miembros del comité de huelga han abandonado entonces la reunión "una vez comprobado que tanto este encuentro como el del pasado jueves, convocado con apenas 24 horas de antelación y en el momento álgido de las concentraciones de los cuatro días de huelga nacional, sólo tenían por objeto desmovilizar a los responsables sindicales y aparentar una voluntad de diálogo inexistente".
CESM y SMA consideran "inaceptable este desprecio institucional" y reprochan a Sanidad haber "señalado a las organizaciones sindicales por 'haberse levantado de la mesa'", cuando -prosiguen- ha sido el Ministerio el que ha planteado la ruptura y ha anunciado que no se iba a abordar el orden del día fijado previamente. Esta actitud "supone una mala fe negociadora y una importante falta de veracidad y compromiso", sostienen.
También critican que Sanidad haga "gala de un importante preacuerdo firmado con los sindicatos mayoritarios que no atiende ninguna de las reivindicaciones de médicos y facultativos".
CESM y SMA se emplazan para decidir las nuevas movilizaciones "que se convocarán para mostrar la respuesta del colectivo en esta escalada en el conflicto", prosigue el comunicado, que concluye: "lo ocurrido este miércoles es el mejor ejemplo de porqué los médicos necesitan una interlocución directa con la Administración que impida que se silencie su voz y que el colectivo necesita un estatuto propio que sí tenga en cuenta sus reivindicaciones".

Hace 1 día
4







English (US) ·