Barcelona
18/12/2025 12:58 Actualizado a 18/12/2025 13:13
En enero del 2022 los Mossos d’Esquadra sufrieron un terremoto interno de tal magnitud que algunas de sus consecuencias se han mantenido con los años. Aquellos días, fue fulminado el intendente Toni Rodríguez, que estaba al frente de la comisaría general de investigación criminal y purgado con ostentación al ser enviado a dirigir la comisaría de Rubí. Su polémica destitución acarreó una casi inmediata dimisión que no pasó desapercibida, la del subinspector Juan Manuel Lazo que en esos momentos estaba al frente de la unidad anticorrupción. Un mando de absoluta confianza de Rodríguez y quién firmó como secretario, con el otro de instructor, los atestados de las investigaciones más delicadas de aquellos días y en las que estaban implicados políticos como el propio conseller de Interior Miquel Buch.
El subinspector Lazo presentó su dimisión junto a una carta de despedida en la que expresaba su lealtad a Rodríguez y su disconformidad con el cese. El mando fue trasladado a la comisaría de Arenys de Mar, donde ha sido responsable de la seguridad ciudadana en los últimos años. Hasta el miércoles. Ayer se publicó en los medios de comunicación interna de la policía su nombramiento como nuevo número dos de la unidad de anticorrupción de los Mossos, a la que regresa y reciben literalmente con los brazos abiertos. Ya no será el responsable, porque el que entonces era su mano derecha, estos últimos años promocionó a inspector y está al frente de la unidad.
El subinspector no llega solo a anticorrupción, que aterriza de la mano de media docena de investigadores que se unirán al trabajo de fiscalizar y descubrir corruptelas.

Hace 11 horas
2




English (US) ·