El petróleo es vital para Rusia. De él dependen en gran parte las finanzas del Kremlin, y también su maquinaria bélica: sin los beneficios obtenidos por la venta de crudo, Moscú tendría serias dificultades para sostener una campaña militar de largo recorrido como la de Ucrania.
Pero este pilar económico muestra ahora evidentes signos de desgaste, fruto de la entrada en vigor de las sanciones impuestas por Occidente y los continuos ataques ucranianos a las instalaciones petroleras rusas.
Según el último informe mensual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), los ingresos que percibe Moscú por la exportación de crudo cayeron en noviembre a su nivel más bajo desde inicios del 2022, cuando estalló la guerra. En total, Rusia obtuvo 10.970 millones de dólares, 1.920 millones menos que en octubre y 3.590 millones menos que en el mismo periodo del año pasado.
Mientras los compradores evaluaban los riesgos de las sanciones anunciadas por Donald Trump a las petroleras Rosneft y Lukoil –compañías que representan la mitad de exportaciones de crudo ruso–, Moscú vio cómo exportaba hasta 420.000 barriles diarios menos que durante el mes anterior. Por otro lado, el precio de cada uno de esos barriles cayó un 16%, hasta situarse en los 43,5 dólares.
El informe de la AIE también señala que las exportaciones a través del mar Negro sufrieron un desplome especialmente abrupto, del 42%, a causa de las operaciones de Ucrania contra la “flota fantasma” rusa. El Kremlin utiliza petroleros con banderas de otros países para esquivar las sanciones, y Kyiv los ataca con drones para impedir que lleguen a su destino. El objetivo es disuadir a los armadores, para que desistan de hacer negocios de tapadillo con Rusia.
Acuerdo de paz
Trump propone que Rusia pueda suministrar de nuevo energía a Europa
Todo esto deja al Gobierno de Vladímir Putin en una situación delicada, y Donald Trump lo sabe. De hecho, el presidente estadounidense quiere jugar la carta del petróleo para que el Kremlin acepte su plan de paz para Ucrania. Según funcionarios conocedores de la propuesta consultados por The Wall Street Journal, el republicano ha introducido unos anexos en su plan que contemplan la total reintegración de Rusia en el mercado energético.
La idea es que el país pueda volver a suministrar crudo y gas a Europa y el resto del mundo, lo que supondría un alivio para sus finanzas. En esta reconexión colaborarían las empresas estadounidenses, a las que también se les permitiría invertir en sectores estratégicos rusos como las prospecciones petrolíferas en el Ártico y la extracción de tierras raras. Asimismo, en estos anexos se habla de utilizar cerca de 200.000 millones de dólares en activos rusos congelados para proyectos en Ucrania, entre ellos la construcción de un gran centro de datos alimentado por la planta nuclear de Zaporiyia , actualmente bajo control ruso.
En definitiva, un plan pensado para el beneficio de Estados Unidos y Rusia, y en el que Ucrania y Europa parecen no tener voz ni voto –como, por otra parte, está sucediendo desde que Trump tomó la iniciativa en las negociaciones de paz–. En palabras de una de las fuentes del Journal, estos acuerdos energéticos serían una versión económica de la conferencia de Yalta de 1945, en la que los vencedores de la Segunda Guerra Mundial (Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética) se repartieron sus esferas de influencia en el continente.
Rusia, por supuesto, se muestra encantada con la idea. Al ser preguntado sobre estos anexos al plan de paz, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo hoy que su país está “interesado en la entrada de inversión extranjera”, si bien no está dispuesto a ir aireando sus conversaciones con EE.UU.
La duda es si estos incentivos económicos serán suficientes para Putin, quien una y otra vez posterga la posibilidad de poner fin a la guerra. Pese a los efectos de las sanciones, el presidente ruso cree que el tiempo juega a su favor. A costa de incontables bajas, sus tropas van avanzando sobre el terreno. Y mientras, el apoyo financiero y militar a Kyiv va menguando. Así pues, ¿para qué querría negociar ahora una paz si de aquí un tiempo puede estar en una posición más ventajosa?

Hace 1 día
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