“Esto supone un antes y un después, el PSOE aprende de los errores y actúa en consecuencia”, ha querido garantizar este viernes la secretaria de organización de Ferraz, Rebeca Torró, ante la mala gestión de las denuncias por presunto acoso sexual contra Francisco Salazar -que el pasado mes de julio renunció a todos sus cargos en la Moncloa y en la dirección federal del partido- que ha generado una enorme irritación interna y disparado una suerte de #MeToo socialista contra supuestas actitudes machistas.
En medio de la tormenta, y arropada en su primera comparecencia desde Ferraz por sus dos adjuntos en la secretaría de organización –Anabel Mateos y Borja Cabezón-, Torró ha anunciado que del informe elaborado por la oficina antiacoso del partido sobre el caso Salazar, que es “absolutamente confidencial”, según ha advertido, sí se concluye que la conducta atribuida en las denuncias contra el antiguo asesor de Pedro Sánchez en la Moncloa y en Ferraz implica una “falta muy grave” de los estatutos del partido y su código ético.
Y aunque el propio Salazar ya se dio de baja como afiliado del PSOE el mes pasado, en el registro de Ferraz quedará constancia de este falta muy grave, de manera que, según ha explicado Torró, no podrá volver a darse de alta como militante socialista en el futuro sin un “permiso” expreso. Las consecuencias, por tanto, solo son de carácter orgánico: la dirección del PSOE no pondrá en conocimiento de la Fiscalía el caso Salazar, por si pudiera ser constitutivo de algún delito, con el argumento de que son las propias denunciantes –anónimas- las que deben decidir si emprenden acciones legales contra el ex dirigente socialista.
En primer lugar, Torró se ha dirigido a las mujeres que el pasado mes de julio y de manera anónima denunciaron a Salazar, por presunto acoso sexual, en el canal antiacoso que acababa de poner en marcha el PSOE, y que durante cinco largos meses no fueron atendidas. La secretaria de organización les ha pedido “disculpas en nombre del PSOE por no haber estado a la altura”. “Se ha fallado abiertamente, nunca debió ser así”, ha reconocido. Pero les ha agradecido su “valentía” y por “haber roto el silencio”.
Ferraz ahora va a reforzar este canal antiacoso, con más recursos y más personal. Pero Torró ha alegado que el acoso sexual y los comportamientos machistas no se circunscriben solo al PSOE. “Es estructural y afecta a toda la sociedad”, ha señalado. Y ha sacado pecho, ante el protocolo y el canal antiacoso del partido, pese a los errores admitidos en el caso Salazar. “Una vez más, el PSOE es el que abre el camino”, ha resaltado.
Además, Torró ha anunciado que la dirección del PSOE también ha abierto un expediente informativo contra Antonio Hernández, el número dos de Salazar en la Moncloa, que fue cesado esta misma semana por presuntamente encubrir el comportamiento de su jefe. Y ha añadido que igualmente se ha activado otro expediente informativo contra Javier Izquierdo –miembro de la ejecutiva de Ferraz y senador que este jueves dimitió de sus cargos-, “para esclarecer los hechos”.
Torró ha desvelado que Izquierdo le llamó ayer para anunciarle su “renuncia voluntaria”, pero solo “por motivos personales y familiares”. Pero ha indicado que luego conoció por la prensa que también su dimisión se vinculaba con posibles acusaciones por presunto acoso sexual. “Podía haber sido más claro”, ha lamentado Torró sobre Izquierdo.
La secretaria de organización del PSOE, que se ha visto salpicada por la gestión del caso Salazar, ha querido ser tajante al respecto: “Ni yo ni nadie de esta organización ha tratado de encubrir o tapar ningún caso, ninguno”, ha subrayado. “Para nada me siento cuestionada”, ha señalado Torró, ante las críticas internas. “Asumo mis responsabilidades. Y, es más, me gustan las críticas y las opiniones de los compañeros, porque eso hace que seamos mucho mejores”, ha confiado.

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