BlackRock activa la reordenación en el capital de Naturgy tras contactar con La Moncloa y La Caixa

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Tras años de especulaciones sobre la reordenación accionarial de Naturgy, BlackRock ha tomado la iniciativa y ha rebajado su participación en la gasista después de casi diez años como accionista de referencia de la energética. La decisión ha desatado un vendaval en el sector energético y financiero, ya que se trata de uno de los movimientos más relevantes tanto desde el punto de vista económico como de la gobernanza en una de las empresas más estratégicas en España, dado que juega un papel clave en la seguridad de suministro.

Con ese contexto, BlackRock decidió jugar sobre seguro e informar del paso tanto a Moncloa como a la Fundación Bancaria La Caixa, primer accionista de Naturgy. Según aseguran fuentes conocedoras, la desinversión se comunicó, por deferencia institucional, a la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno y también a Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy y desde este año también vicepresidente ejecutivo de Criteria Caixa Holding.

Cabe destacar que el Ministerio de Economía, como responsable de las inversiones exteriores en España, impuso condiciones al desembarco de BlackRock en Naturgy tras la adquisición de GIP. Y como socio de La Caixa, la mayor gestora de fondos del mundo es consciente del papel destacado que juega el conglomerado en Naturgy. Para el holding presidido por Isidro Fainé, Naturgy es una de sus inversiones estratégicas, donde ejerce de facto el control de la energética.

BlackRock es uno de los inversores más importantes dentro del Ibex-35, con participación en muchas de las empresas del selectivo. Su papel es clave, de ahí que para Moncloa no sea un inversor más. Prueba de ello son las reuniones que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mantenido en los últimos años con el líder de la gestora estadounidense, Larry Fink. Su capacidad de influencia en la economía española y europea se da por descontada. Y su apuesta por España sigue ahí. El movimiento en Naturgy no se ve como un paso atrás. De hecho, recientemente ha realizado una inversión relevante en ACS. La empresa de Florentino Pérez ha recibido también el apoyo de Criteria Caixa, compañero de viaje en Naturgy.

Ahora el mercado descuenta que la venta parcial del fondo que lidera Larry Fink puede desatar una reordenación del capital después de años de intentos de estabilizarlo. Entre banqueros de inversión no se descarta que CVC también pueda buscar una solución similar, lo que reforzaría el free float (capital a disposición del inversor en Bolsa) de Naturgy, aunque con cierto castigo, al menos a corto plazo, para el precio de la acción.

Otra de las opciones que destacan al menos tres fuentes del entorno financiero de la compañía, es la posibilidad de que IFM, que ya es el segundo mayor inversor si se descuenta la participación de Corporación Financiera Alba en un vehículo compartido con CVC, pueda en el medio plazo reforzarse en el capital de la gasista y ejercer un papel de mayor influencia dentro de la energética. Su vocación, al igual que la de La Caixa, es ser un accionista de Naturgy a muy largo plazo, pero tras más de cuatro años desde su desembarco, la distancia emocional con Criteria Caixa sigue siendo patente, a tenor de los comentarios de fuentes próximas sobre la relación entre las partes. Su objetivo de lograr dos asientos en la cúpula de la energética, sin embargo, ya lo ha logrado.

Sea como fuere, el panorama accionarial se va despejando para una empresa que, pese a todas las dificultades de gobernanza, está pulverizando sus registros año tras año y este 2025 pretende revalidar los 2.000 millones de beneficio neto.

Eso le permite en sus planes estratégicos otorgar una retribución al accionista cada vez más generosa. Bueno para el objetivo de Criteria Caixa de nutrir su obra social y también bueno para los accionistas de corte más financiero. De hecho, las fuentes consultadas creen que la retribución que BlackRock va a retornar a sus inversores con la venta del 7,1% del capital será más que exitosa. Compró a Repsol y Caixa en 2019 a 19 euros y ha vendido a 24,75 euros (5% de descuento en bolsa sobre el cierre de los títulos del miércoles), a lo que habría que sumar los dividendos cobrados en estos más de nueve años. Un tipo de operación que habitualmente se apalanca mucho con deuda bancaria a bajos tipos de entonces hoy incrementa aún más la ganancia. Todo ello también ofrece fuertes comisiones para los gestores de esta historia de éxito inversor.

Para el mundo financiero, Javier de Jaime, el reputado gestor de CVC, puede haber tomado nota a la hora de rentabilizar su inversión en la energética, un movimiento que tiene entre ceja y ceja desde hace años, según indican fuentes del mercado.

Cambios en la cúpula

Más allá de la cuestión económica, también se esperan movimientos en la cúpula de Naturgy. Se da por hecho que BlacRock, que no tiene previstas más ventas en el corto plazo, pierda uno de sus dos consejeros. Falta por saber si se sustituye por un independiente o se amortiza. Aún no está resuelta la duda del tipo de inversor que ha comprado ese 7,1% vendido por 1.700 millones en el mercado. Hay quien especula con la posibilidad de que haya oportunistas y no se descarta incluso con la llegada de algún fondo activista, aunque en el pasado firmas como Elliot han tenido poco éxito en grupos con grandes accionistas de referencia como Naturgy. En el entorno de la CNMV no ven por ahora una compra cuantiosa, sino más pequeñas ventas a fondos financieros.

A priori, el aumento del free float aligera presión en el consejo para Criteria Caixa, accionista de referencia. Y más si CVC, en algún momento, emprende el mismo camino de BlackRock. Los intentos de solucionar el bloqueo con operaciones como el proyecto Géminis, que dividía en dos la sociedad para facilitar la salida de los accionistas que habían terminado su ciclo inversor, o la opa de Taqa, fueron infructuosos, por lo que finalmente han sido los principales afectados por el impasse los que han tomado cartas en el asunto.

En cualquier caso, BlackRock quiere seguir siendo accionista de referencia y no prevé bajar del 11% con el que se ha quedado tras esta operación relámpago. Su política es la de invertir con participaciones más pequeñas de las que hasta ahora tenía GIP del 20%. La autoopa lanzada por Naturgy a mediados de año fue el primer paso que dio la empresa. Y ya se empiezan a mover los accionistas. El mercado espera más movimientos. Y de reojo siguen mirando a lo que pueda hacer el Gobierno.

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