El tercer vértice del triángulo que conformarían la nueva trama de corrupción que ha investigado la Fiscalía Anticorrupción tiene ya nombre y apellidos. A las detenciones el miércoles de la exmilitante del PSOE Leire Díez y del expresidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) Vicente Fernández Guerrero se sumó ayer el arresto del empresario Antxon Alonso, dueño de Servinabar 2000, la empresa navarra de la que sería socio –según la Guardia Civil– el ex secretario de organización del PSOE Santos Cerdán. Díez, Fernández y Alonso, que pasarán otra noche en los calabozos, puesto que no serán conducidos a la Audiencia Nacional hasta el sábado, están encausados por la presunta comisión de los delitos de prevaricación, malversación, tráfico de influencias y organización criminal.
El alcance de la investigación se desconoce todavía pero no será de pequeña entidad dado la cantidad de registros que se han llevado a cabo por los agentes. Una veintena de registros a empresas que habrían tenido de una u otra manera relación con Servinabar.
Los investigadores, se personaron en Zaragoza, en la sede de Forestalia, una compañía centrada en las energías renovables que tendría presuntamente vínculos con la empresa navarra dirigida por Alonso. De nuevo otra causa distinta parece mezclarse con esta: el magistrado del Tribunal Supremo que investiga a Cerdán acumula indicios de que dicha empresa era una tapadera para que el exsecretario de organización del PSOE cobrase comisiones ilegales.
Alonso también fichó a Fernández en el año 2021 hasta el 2023 una vez que fue fulminado por quien había sido su valedera para colocarle al frente de la SEPI en el 2018, tras la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le cesó tras su imputación en otro asunto, por el que luego quedó absuelto. Ayer, la vicepresidenta rechazó tener ningún vínculo en la actualidad con Fernández.
Pública y oficialmente, las relaciones que mantienen unos y otros son distantes y lejanas. Cerdán niega por activa y por pasiva ser socio de Alonso, éste sostiene que nunca se ejecutó el contrato entre ambos para que el exsocialista se quedara con el 45% de la compañía. Además, curiosamente tuvo contratada a la mujer de Cerdán y a su cuñado. Y ahora se añade que esta empresa, de no más de diez empleados, también tuvo en plantilla al expresidente de la SEPI, también del PSOE. La relación exacta que tenían ambos empresarios tendrá que ser explicada por Fernández ante el juez.
Hasta que saltó el caso Koldo, y concretamente los informes que vinculaban a Cerdán en el caso de corrupción con el Ministerio de Transportes en la época de José Luis Ábalos como epicentro, Servinabar y Alonso eran unos auténticos desconocidos.
Sin embargo, el empresario navarro se convirtió en uno de los principales protagonistas de los informes de la UCO sobre Cerdán en el marco de la causa que se investiga al exministro de Transportes José Luis Ábalos, a su exasesor Koldo García y a Cerdán por cobrar comisiones ilegales a cambio de favorecer a determinadas empresas con contratos públicos.
¿Quién es Antxon Alonso? Se sabe que nació en el municipio guipuzcoano de Elgoibar, que estudió magisterio, pero que desde muy joven se dedicó a los negocios. Ha fundado y administrado varias empresas y era amigo íntimo de Cerdán. Con el ex número dos del PSOE tenía una empresa, Servinabar, que habría cobrado las mordidas de los contratos adjudicados a Acciona de manera irregular.
Servinabar estaría también en el punto de mira de esta nueva investigación por la que también están detenidos Díez y Fernández. Alonso constituyó la empresa en al año 2015. Cuando la UCO registró su domicilio encontró un contrato privado por el que Cerdán adquiría el 45% de la empresa por un importe de 6.000 euros. El contrato nunca fue elevado a público por lo que Cerdán se mantuvo como propietario en la sombra, según la tesis de la UCO y el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente.
Pero Servinabar no es la única empresa participada por Alonso sobre la que se cierne la sombra de la sospecha. La UCO registró también la sede Noran S. Coop en San Sebastián, “vinculada a Alonso y a Koldo García, que fue perceptora entre 2016 y 2025 de 647.331 euros procedentes de Servinabar”. Esta cooperativa también contrató a Francisca Muñoz, esposa de Cerdán, según el informe de la UCO.
De esa misma investigación se desprende que las esposas de Alonso y Cerdán tenían sus rifirrafes ya que la mujer de Alonso, Karmele Atutxa, mostró “cierta preocupación por los gastos desmedidos en los que habría estado incurriendo la de Santos (Paqui)”, quien habría utilizado a placer una tarjeta de crédito facilitada por la trama.
Además del perfil empresarial, Alonso habría realizado algunas gestiones políticas. El ahora detenido nació en el mismo pueblo que Arnaldo Otegi, líder de EH Bildu. Otegi ha explicado que Alonso le presentó a Cerdán y que juntos “fijaron las vías de interlocución entre el PSOE y EH Bildu”.

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